Kinky Bar

Un bar más de la ya afamada zona rosa, ubicado en Amberes y siendo el bar gay más rescatable de la zona, no supera a su antecesor Lipstick. Con una decoración bastante rara en su primer nivel. Se divide en Karaōke y área pop que hace ambos conceptos bastante estrechos.
El segundo nivel es un área semi abierta que es el intento de un concepto electrónico que si bien no está mal, tampoco ofrece nada nuevo. Show de Gogo’s bastante aceptable bar tenders descamisados bastante atractivos y una privilegiada vista al Paseo de la Reforma.

Pues ya vine un par de veces para poder reseñar aquí el lugar creo es lo más decente que tiene la zona rosa cerca del ángel sobre reformar este este lugar muy grande que tiene un salón de karaōke y otro espacio con varias mesas y sillas, ya en la terraza hay más espacio el lugar es grande y hay varias barras para pedir tu bebida ahora lo malo cobra un cover de $ 50.00 pesos no se porque ya que no te dan nada y lo segundo para mi los precios son muy excesivos $ 45.00 pesos por un cerveza es mucho y si lo tuyo es tomar te saldrá caro te conviene pedir un litro de chela por $ 110.00.
La música es otro punto que esta mal de repente pueden tener buena y de repente hacen cambios que bajan totalmente el ánimo y las ganas de bailar eso si si lo tuyo no es estar rodeado de mucha gente odiaras el lugar las veces que vine se atasca y algunas veces tendrás que aferrarte a tu lugar si no seguro lo pierdes.

Ya he venido tantas veces aquí que ya me sé la rutina y el ambiente de este lugar, el concepto es muy wannabe, quiere pasar por antro VIP y la verdad apenas se compara con La Chilanguita.
La gente que viene es mixta, asisten muchas mujeres en grupo, parejas y alguno que otro grupo de amigos, en su mayoría vienen del Estado de México o del sur del DF.
La música está pésima, para salir corriendo, en especial la que ponen en la terraza de hasta arriba, muy malas mezclas de remixes y lo mismo ponen Reggaetón que Dimitri Vegas; la acústica es muy mala de modo que hay que estar gritando para que te hagan caso.
Cobran cover de $ 50 general, y no incluye ninguna bebida de cortesía (lo cual si te otorgan en los bares de enfrente sobre Amberes). Te registran en la entrada y te quitan lo que ellos consideran peligroso, ya sea unos chicles, llaves, Kleenex y para que te los devuelvan a la salida es esperar una hora hasta que los encuentren.
Definitivamente este antro no es para mi, jamás haría yo un evento en este lugar, es demasiado pretencioso, no es barato, la música está fatal, el ambiente muy falso, cero ligue, se atasca muchisimo y no tiene medidas de seguridad ni de emergencia visibles. La verdad espero no tener que regresar a este lugar.

Perhaps one of the best club-​style bars I’ve been to anywhere. Now, don’t get me wrong: I’ve been to a lot of massive clubs, but Kinky is different. It’s a bit of everything rolled into one. It has a quieter bar with tables, a karaōke space, and an upstairs terrace that’s absolutely packed with people dancing – also an outdoor area on the terrace for smoking that overlooks the Paseo de la Reforma. Huge space, and it’s likely to satisfy for whatever sort of night you’re looking for. Well worth the 50 peso admission.

Kinky es un buen lugar para ir bailar, tomar algo con amigos.
El lugar cobra cover de $ 50 y me parece que por eso no se llena tanto como otros antros que están cerca.
Dividido en varios niveles Kinky tiene en su primer nivel a «la chipocluda» y «la carpita». Ambas son dos áreas donde hay mesas y pudes bailar y estar tomando algo ya sea cerveza o un litro de tu bebida favorita.
Por último la terraza es donde se llena un poco más, pero de todas formas puedes pasar un buen rato.

Karaōke, bar y antro, 3 en un solo lugar, agradable para todo tipo de gustos.
Si quieres fumar solo lo puedes hacer en la terraza, sino tendras que salirte.
Si quieres bailar igual en la terraza, si solo vienes por unos tragos y a platicar con musica agradable en el bar con mesitas.
A disfrutar!!!

Con varias secciones para todos los gustos… Muy recomendable para venir en fin de semana en grupo a sacar el estrés de la semana bailando

Este es un lugar muy grande, tres pisos de variedad, depende de lo que quieras, a qué me refiero pues en el primer piso hay mesitas y el volumen de la música es moderado por lo que se puede platicar bien, en el segundo nivel hay más como para bailar salsa y en el tercer piso no hay mesas sólo barra y tarimas y es más para bailar electrónica.
Eso sí los viernes por la noche está a reventar, el ambiente es bueno. Yo fui con varias amigas y subimos hasta el tercer piso, todos están como muy apretados pero a ellas les gusta bailar en la tarima por lo que no tuvieron problema.
La vista desde el tercer y primer piso es linda, en el primer piso ves reforma y los árboles iluminados y en el tercer piso ves un bello árbol con luces de colores que van cambiando.
En costos está más o menos, tienen un cover y no puedes entrar con desodorantes en aerosol.

El Kinky Bar (antes llamado Lipstick) es un lugar de 3 pisos muy popular y con caché ubicado en el corazón de la Zona Rosa, en la calle de Amberes.
El lugar se satura terriblemente como a eso de las 11 o 12, por lo que si no te gusta estar medio apretado y tener que pasar por un caos para conseguir tus bebidas mejor no vengas. Los precios de las bebidas están mas o menos accesibles y sí hay variedad en tragos. Puedes pedir un shot o un litro de tu bebida favorita.
La música no es tan variada y, como muchos lugares aledaños, lo que más suena es pop, circuit y electrónica.
Está muy bueno para bailar, echar el trago con los amigos y conocer gente (principalmente para hombres). Olvídate de poder tener charlas tranquilas, la música siempre esta muy alta. Cuenta con terraza para fumadores y para mí es la mejor área.
El lugar cuenta con área de karaōke.

No soy fan de este espacio, pero he de confesar que por lo menos una vez me la he pasado muy bien.
Está dividido en tres, una cantina, un karaōke y una terraza en la que puedes bailar todos los éxitos drag y pop del momento.
Lo malo es que siempre se atasca y es imposible bailar, a esto súmale que lo meseros se pasean entre la gente y tienen que abrirse paso a empujones, algo que la neta me puso muy de malas.
Los tragos son baratos y la música buena, aunque creo que mal mezcladas, no se, es tal vez mi percepción.
A pesar de todo esto, creo que es lo rescatable de los antro de la Zona Rosa, aunque dista mucho de lo que era antes y conocido como Lipstick.

En este afán de no dejar morir este enorme espacio de la Zona Rosa, y por qué no decirlo de los más amplios, limpios y agradables de esos rumbos, le cambian el nombre de Lipstick a Kinky y abren espacios nuevos como el Karaōke.
A mí personalmente lo que me gusta de ese ñugar es la terraza, porque soy fumador y ahí uno puede como en otros tiempos, tomar su bebida favorita y disfrutar de un cigarro.
La música es fuerte, así que no te esperes el súper ambiente para la plática, pero sí para la fiesta y el relajo. La música es pop como siempre y prácticamente la terraza está intacta.
Ahí en la Barra encuentran a Javier, que trabaja ahí desde hace 10 años más o menos, un tipazo que le pueden dejar su tarjeta e identificación sin miedo de que les metan un gol y él mismo les puede servir los tragos, como Dios manda, porque luego tienen a modelo sirviendo, y sí muy bonitos, muy bonitos pero sirven muy mal.

La casona que albergaba el moribundo Lipstick (que alguna vez significó la mejor opción en Zona Rosa) tomó un segundo aire con la creación del Kinky, pues se puede ver nuevamente llena cada semana.
El sitio se divide en tres ambientes, el primero se jacta de ser algo cercano a una cantina tradicional, el otro espacio es un karaōke y el tercero, y el que aloja mayor cantidad de gente, es la terraza, con canciones pop remixeadas o las melodías electrónicas de moda.
Actualmente es uno de los lugares más mixtos que hay para la escena gay de la Ciudad de México, pues te encontrarás a hombres y mujeres por igual, pero si quieres más, todos los jueves son «Noches de chicas», con $ 40 de cover y un trago de bienvenida.
El resto de los días (viernes y sábado) el cover es de $ 50, el precio de la cerveza nacional de $ 39, la Heineken en $ 55 y una variedad de litros (vodka, whisky, ron, etc) que no pasan los 200 pesos.