Kuali Kuali

Una maravillosa opción para gente con hijos pequeños. Fui el sábado con un par de amigas y nuestras respectivas hijas (la mía de tres años, las suyas de dos), y todas salimos muy contentas.
Se trata de una ludoteca con una cafetería, donde los niños pueden jugar mientras los papás se toman un café o comen algún snack. Si eres tolerante al ruido, incluso podrías trabajar un poco, ya que cuentan con wi-​fi.
Al entrar, te encuentras con un cuarto donde hay una alberquita de pelotas, una casita, juguetes para construir cosas o para jugar a ser cocinero. En el siguiente espacio, hay un túnel y una especie de laberinto vertical para que jueguen niños un poco más grandes. También hay libros y rompecabezas. En el último espacio, está la cafetería, donde sirven café, té, galletas, sándwiches, quesadillas y otras cosas del estilo. Desde ahí, hay una pantalla donde puedes ver a los chamacos que juegan en el primer cuarto.
Los niños siempre están bajo supervisión de un adulto y tú los puedes estar checando. Por supuesto, no te desentiendes por completo (¿qué papá puede hacerlo?), pero puedes tomarte un café tranquilamente mientras tu hijo se está divirtiendo.
Yo me tomé un té y comí una galleta de avena; después de un rato de juego intenso, mi hija llegó con hambre y pedimos unas quesadillas y un jugo de mandarina. Pagamos como 120 pesos, más los 80 que cuesta la entrada por niño. No me pareció nada caro y es una gran opción para que las mamás podamos ir por un café sin la preocupación de quién va a cuidar al chamaco.