La Casa de las Brujas

Es inevitable admirar este edificio cuando estas frente a él.
La casa de las Brujas impone de todas las formas, arquitectonicamente, es muy bella y en lo personal me encantaría vivir ahí.
El lugar tiene una mala fama y es que muchos aseguran que en este lugar espantan y es uno de los sitios más concurridos cuando se acerca el día de muertos.
Si espantan o no eso es algo que no puedo asegurar, pero sin dudad es uno de los rincones envueltos por el misterio y la fascinación en el D. F

La Casa de las Brujas, o el edificio Río de Janeiro ubicado frente a la plaza del mismo nombre, es una de las atracciones turísticas de la colonia Roma.
Rompiendo la estética francesa que tiene el barrio, este edificio construido en 1908 tiene una influencia inglesa y fue construido por el ingeniero Pigeon. Más tarde fue remodelado y obtuvo elementos del art decó.
Aunque digan que su tétrico nombre obedece a su particular arquitectura, hay quienes aseguran que en este inmueble espantan, y es nada menos que el espíritu de una famosa bruja que habitaba este lugar, llamada Bárbara Guerrero, mejor conocida como Pachita quien hacía curaciones poseída por el espíritu del último emperador azteca según aseguran sus seguidores.

Este pintoresco edificio de departamentos recibe el nombre de «La Casa de las Brujas» debido a su singular construcción. El inmueble recibe dicho nombre por su techo de dos aguas que recuerdan al sombrero de una bruja, y por sus ventanales con arcos que simulan ser unos ojos, lo que ha hecho que las leyendas circulen alrededor de la construcción.
El edificio se caracteriza por la mezcla de estilos de diferentes épocas, aunque recuerda mucho a las construcciones londinenses de la época de la Revolución Industrial. La obra corrió a cargo del ingeniero R. A. Pigeon, quien lo construyó alrededor de 1908, y fue este uno de los primero edificios que se construyeron en la zona.
El ingeniero Francisco J. serrano, durante 1930, modificó la planta baja, el patio internos y los departamentos. Y fue en este momento cuando el estilo ecléctico llegó al edificio al realizar una fachada con un muy marcado estilo arte déco.
Como era de esperarse, un edificio con tan singular nombre tiene historias peculiares. Como la historia de Panchita, una bruja que vivió en el lugar. Su nombre verdadero era Bárbara Guerrero, y fue muy famosa tras la revolución, ya que era asiduamente visitada por personajes públicos y no cobraba por sus servicios.
Hasta el día de hoy algunos edificios siguen siendo habitados, pero las leyendas sobre fantasmas y ruidos extraños producto de los «trabajos» realizados por «Panchita» siguen estando vigentes.