Lo que más recuerdo de este lugar son los mojitos, preparados al momento y sentados en la barra vimos su preparación: Medida de ron, hierbabuena, la comenzaron a machacar y azucar y listo esos son sus mojitos, ¡Oops! Fue toda una experiencia, memorable esa ocasión, pero he de confesar que nunca he probado unos iguales. Volvimos a «La Caba de Baco», esta vez ya moderados de mojitos, para disfrutar de la música: Rock clásico y nuevas generaciones, pero muy buena selección, esta vez le entramos a las«guamas» con palomitas. Una noche de jueves tranqui y una juerguita agradable. Finalmente, la nueva modalidad antojitos, ¡Pero qué antojitos! desde temprano y buena selección: una mojarrita frita, sopecitos, etc. Ya no solo las palomitas son la especialidad de la casa. No se van a arrepentir los amantes de la buena música al venir a este lugar en «manada», ya sea el viernes o sábado, aunque ahora ya los vecinos se relajaron y aguantan el ruido, por lo menos al cierre.