Esta cafetería tiene un terraza muy linda donde se puede desayunar o tomar alguno de sus cafés, aquí ha sido donde he probado el mejor capuchino y el mejor café espreso del barrio. Además es un refugio al bullicio y personas que avanzan corriendo o en tropezones la transitada calle de Antonio Caso. Recién se inauguró, una amiga y yo nos veíamos aquí para desayunar y como ella trabajaba cerca, traía su desayuno y quienes estaban en su turno, siempre fueron amables y nunca utilizaron ese horrible argumento de «no consumir alimentos» en su hermosa terraza. La amabiidad y el esmero del servicio me hizo volver ahí muchas veces y creo que ahí pasé tantas veces que un amigo olvidadizo termino recomendándome el sitio.