Laboratorio Arte Alameda

Buenos eventos pero, los organizadores y su staff no tienen buena comunicación ni organización y eso perjudica a los visitantes. De ahí em fuera, un lugar lindo.

Recuerdo haber estado presente en la instalación de una maquina de movimiento permanente en el interior de este extemplo. Fue una experiencia sobrenatural mirar a una pequeña pelotita metálica viajar por los diferentes espacios y ver las canteras roídas unas, impecables otras que aceptaban tan naturalmente la instalación conceptual y modernista de los artistas. He estado en fiestas y el atrio se ve impecable con luces néón y roboticas que hace ver de manera imposible el tezontle y cantera de la iglesia. Es difícil imaginar que fue un sitio para reprimir y hacer guardar el espíritu humano cuando ahora impera la necesidad de liberarlo, todo en el mismo sitio.

Recuerdo cuando entre por primera vez a este lugar, mentiría si digo la exposición que vi, porque eso no lo recuerdo, pero era de las primeras, eso lo sé, porque en esos momentos se estaba restaurando cada una de las salas para poder montar todas las exposiciones que ahí se ven ahora.
Artistas contemporáneos se presentan en este sitio, que conserva un toque lúgubre y oscuro, supongo por la historia que ahí se guarda del México antiguo. Si quieres saber de sus actividades y talleres te recomiendo los sigas a través de sus redes sociales, ya sea Twitter o Facebook, pues están actualizadas y tiene contenido más claro de las exposiciones y lo que ofrece.

El edifico que hoy en día alberga al Laboratorio Arte Alameda (LAA) data desde 1591 siendo conocido como el Convento de San Diego.
Se podría decir que este es uno de los edificios más manchados de sangre, ya que frente a él, se ubicó la hoguera de la Santa Inquisición donde judíos, homosexuales y supuestas brujas vieron extinguir sus vidas antes los ojos de sus inquisidores.
Irónicamente, uno de los más duros inquisidores del convento, fray Vicente de San José, murió quemado vivo en una hoguera en la ciudad japonesa de Nagasaki en 1622, tras intentar evangelizar el país nipón.
Tras las represivas Leyes de Reforma en 1861, gran parte de los terrenos del convento fueron vendidos a particulares, por lo que sólo sobreviven el templo y parte del claustro. El edificio cumplió como templo hasta 1934, para luego convertirse en bodega e imprenta.
En 1964 se determinó que el recinto seríà la sede de la Pinacoteca Virreinal y en sus paredes recibiría todos los retablos y piezas religiosas que sobrevivieron el saqueo de las iglesias durante las Leyes de 1861, aunque dicha colección actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Arte.
El día de hoy, el edificio se ha dedicado a recibir exposiciones y actividades relacionadas con el arte y cuenta con 6 salas que han sido restauradas para lograr preservar su diseño original.
Hoy en día el edificio que acoge al Laboratorio Arte Alameda, consta de seis salas o espacios claramente definidos: el atrio, la nave principal, la capilla de Dolores, el claustro bajo y el coro que conservan en gran medida su arquitectura original; además posee una sala anexa de construcción reciente.
Horarios:
Martes a domingo de 9 a 17 horas.
Costo:
Entrada General: $ 15.00
Domingo: Entrada Libre