¿Qué les voy a dar muñecos? Sí muñeca ahorita te los preparo. Muñeco, aquí está tu cambio. Buenas noches muñecas. No soy la mejor para hablar de salsas porque a mí hasta los Sabritones me enchilan, pero de las personas que conozco que mastican cuaresmeños o aman el habanero, no hay una que no «se prenda» con el guacamole de las muñecas. Esta taquería nocturna se llama así porque es atendida exclusivamente por mujeres o sea hay puras taqueras que«muñequean» a todos sus clientes. Regresando al tema de sus salsas, he visto entrar a borrach@s que no pueden ni hablar, ni andar y después de echarse uno o dos tacones recuperan la conciencia. ¡Deberían tener letreros que lo adviertan!: Peligro. Salsas volátiles que calcinan hasta las lenguas más guerreras. Imagínense qué tanto picará la salsa verde y sus aguacates que la última vez que fui con el entonces fulano, lo vi hipar una y otra vez por un minuto hasta que se logró beber al hilo todo un Boing de mango. Aguas, aguas, aguas. Pidan bistec, cochinita y alambre.