Librería El Hallazgo

Yo iba pasando de casualidad por la zona, cuando me topo con esta librería así que decido entrar, fue definitivamente de las mejores decisiones de mi vida, pues ahora tengo una nueva librería favorita, los precios están super accesibles y tienen cuanto género se les pueda ocurrir, no dejen de acudir. Yo encontré un libro de cine, buenísimo a un precio verdaderamente increíble, vayan y pidan por sus títulos, seguramente los encontraran.
Se los recomiendo muchísimo.

Max Ramos es el dueño de esta librería. Es un librero bibliófilo obsesivo y con manías de coleccionista. El Hallazgo es la primera librería que Max abrió y aún le gusta presumirla. Vale la pena perderse en su su amplio catálogo de literatura hispanoamericana y filosofía. Cada libro que llega aquí –Max recibe alrededor de 500 ejemplares diarios– es revisado a detalle, catalogado y valorado. Sobre todo, Max estima cualquier objeto olvidado entre sus páginas. Y es que solemos dejar recuerdos dentro de los libros que leemos: cartas, recibos de luz, listas de compras, separadores, fotografías… La decoración de la librería está compuesta de todos esos pequeños hallazgos. Así, además de vender libros, este lugar es una especie de muestrario antropológico de nuestra manera de leer. En el collage enorme que se extiende de las paredes hasta el techo, en las fotografías, las cartas y las facturas, uno puede reconocerse. Es uno de los juegos favoritos de Max: intentar adivinar la edad, el sexo, los intereses de un lector a partir de los papeles que deja entre sus páginas.

Siempre he sido un amante de los libros de lance (o de viejo como algunos los llaman) Esta pequeña librería comandada por Max tiene los más diversos títulos de literatura, periodismo, historia, antropología, filosofía, poesía, etc. No diré que se encuentra lo más exclusivo ni las rarezas más codiciadas por el coleccionista de libros, pero sí puede sacar de muchos apuros y calmar el ansia de comprar un buen libro.
Recuerdo que hace un par de años llegué a vender una buena cantidad de kilos de papel en un centro de acopio para reciclaje que queda a dos cuadras. Cuando salí, llevaba conmigo la fabulosa ganancia de 70 pesos, y como me urgía gastarlos inmediatamente, me metí al Hallazgo y compré un par de libros de Ibargüengoitia.
Además por lo que puedo ver en la foto que tomé, ahí mismo se puede comprar el Melate, en una de esas pega y te alcanza para más libros.

Que buen nombre ya que hablando de libros puedes realmente encontrar tesoros, para los buenos lectores los libros no pasarán a la historia a pesar del internet, ya que los olores, los empastados, el poder leer y releer de página en página es una delicia.
Me parece un lugar que te invita a entrar por la sola curiosidad de los libros con los que te encontrarás, los precios son muy accesibles para los tesoros que guarda el lugar.
Es el tipo de lugares que conservan también la tradición de nuestra gran cultura mezcla de lo español con la mexica.
Así como los códices los libros nos dan raíces e identidad.

Su techo está cubierto de un collage de lo que ha encontrado en los libros: Fotografías, cartas escritas a mano, rosas y hojas secas, billetes. Qué algún lector despistado ha deja entre las hojas. Librería el Hallazgo es un baúl de los recuerdos. Compra y venta de libros, el progol, incursiona en talleres narrativos. Una historia: Una pareja fue a visitar la librería, de pronto ven una foto. Su esposo y la amante. Rosalba Vázquez nos cuenta la anecdota; el ardor de celos de la mujer que descubre la infidelidad del marido. El dueño Max Ramos tuvo ésta genial idea minimalista. Con 14 años en el mercado. Rosita una cliente frecuente nos dice que estar ahí es un guiño de camadería. Los precios son inmejorables. Novela portugesa, francesa, Nórdica, filosofía. Ya lo dijo Miller: «Los libros son de las pocas cosas que los hombres atesoran profundamente».