Entre Puebla y Glorieta de Cibeles, esquina con Sinaloa Col. Rom
4 Bewertungen zu Los pambacitos de Benjamin Franklin
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Carolina C.
Rating des Ortes: 4 México, D.F., México
Venir a este lugar es sin duda un gran momento para mi. Mis papas solían venir cuando eran novios y ahora soy yo la que viene con el marinovio. El a su vez venia de niño con sus papás y ahora que venimos nosotros gozamos de miles de recuerdos a cada bocado. Los pambacitos no son los típicos de cualquier puesto callejero, son una onda así como mini bolillo, pasado por una salsita deliciosa, fritos y rellenos del guisado de tu preferencia. A mi el que mas me gusta es el de chile cuaresmeño relleno. Si te quedas con«hambre» puedes pedir un delicioso pozole blanco(si lo pides para llevar, cuenta la leyenda que siempre te dan mas de un plato), este no tienen nada de grasa y esta deli. Ahora que si necesitas no pasarte a brinquitos estas especialidades los atoles del sabor que toque son la onda. Hay refrescos como el típico Mundet Rojo también. El único pero de este sitio es que tienes que venir a «merendar» tipo las 7 pm porque después todo se acaba. El servicio no es del todo atento pero se lo perdono por el titipuchal de recuerdos lindos que me trae el estar por acá.
Mario M.
Rating des Ortes: 4 Mexico City, México
No se porqué no había escrito una reseña de este lugar. Mi papá me trajo la primera vez y me contó que este changarrito existía desde siempre en Benjamín Franklin –de ahí su nombre– parece que en un bajo algo de alguna casona antigua. Parece que por las ampliaciones de la calle o simplemente por issues con el local(aquí varíà la historia) es que se mudan para acá y mi papá les pierde la pista(y además se casa y tiene dos hijos) durante 20 años, hasta que un día pasamos y nos los encontramos justo enfrente de donde ahora están.(este es el 3er local). Pues en el nombre viene la promesa: Pambasos y atole. Una vez más llega uno en el Delorean y se baja en el sexenio de Miguel Alemán. El lugar es atendido por un don y su troupé de hijas; abre como a las 6 y preparan un número exacto de pambasos, sin importar día ni nada. Tienen un sistema burocrático complicadísimo para lo que es y tienes que tomar una ficha par pambasos y otra para atole. El servicio es –medio amable– depende del humor que los agarres, y si la banda llega tempras y se acabó todo para las 8… te jodistessss… later gater! Bueno pero si llegas y si hay y todo, los de chile cuaresmeño son el top 1, papa con chorizo top 2, frijoles con queso top 3, jamon top 4 y asi. Cuenta turbo amigable y literal; es hacer antropología arqueológica venir a este lugar. No tiene la fama que merece. Estaciónate donde encuentres.
Francisco O.
Rating des Ortes: 4 Mexico City, México
Los Pambacitos de Benjamín Franklin, llamado así porque su local se encontraba originalmente en el sótano la avenida, hoy Eje Vial, que lleva ese nombre, desde cuyo ventanal se servían los pedidos, sobrevive como una tradición de la colonia Escandón que data desde la mitad del siglo pasado. Por eso sorprende que mucha gente de colonias centrales y centenarias como la Roma y la Condesa no lo conocen. Sobre todo porque los pambazos que ahí se se ofrecen son diferentes a cualesquiera otros. ¡Y muy baratos! El sitio es un merendero que abre a las 19 horas y cierra unas tres horas después, cuando ya todo se acabó. Más pequeños que los típicos de las ferias, y más ovalados, estos pambazos están hechos a base de masa de trigo y maíz, freídos en aceite y rellenos de guisos que la misma casa prepara: Mole, frijol, papas con chorizo, carne desebrada… Pero el más singular –y el que yo recomiendo– es el de chile cuaresmeño relleno de atún. Los pambazos suelen acompañarse con un atole, cuyo sabor es diferente cada día.
Alejandro P.
Rating des Ortes: 5 Mexico City, México
Este es uno de mis lugares preferidos para comer. Nada como pedir un atole y disfrutar de todos de la gran variedad de pambazos que ofrece este lugar, por lo general a mi me gusta pedir uno de cada uno. Definitivamente no hay otros iguales en el DF, literal no los he visto, la masa es diferente, y el sazón le da el toque. Puedes pedir lo que sea y todo lo disfrutarás y quedarás satisfecho. Hay que aprovechar este lugar que desde 1947 sirve Pambacitos, pozole y atole, según el dia de la semana. En especial a mi me gusta recomendar mucho los de carne deshebrada y frijol con jamón.