Los Picudos

Este lugar es una verdadera burla. Las porciones son increíbles pero por lo pequeñas! Hay tacos al carbón mil veces mejores en otras taquerías del D.F. y a precios justos! La carne de los tacos de los Picudos son como el alma de lo que alguna vez fue un bistec o una costilla (casi se puede ver a través de ella de lo delgadita) y las tortillas son pequeñas y viejas. Definitivamente no recomiendo este lugar donde te roban literalmente!

Éste lugar bien conocido por los vecinos de la del Valle son ricos
precio elevado por porción. El servicio en general es bueno y si vas solo o llevas mucha prisa y mueres de hambre hay una barra para comer de pie, o si lo prefieres hay mesas con sillas en el primer piso, pero son para cuatro comensales.
La carne es buena y el aroma te invita a entrar, son tacos de carne cocida a las brasas y puedes acompañar con unas buenas cebollitas y una chaparrita por aquello de los recuerdos o con un refresco.
Es una fiesta de aromas que te impide resistir a pedir una órden más, Jejejeje la verdad los adoro.
Pero si duele el codo, así que pueden ser un rico premio de vez en cuando.

Hay buenas razones para odiar esta taquería. También para amarla.
A mí me suelen gustar los lugares con porciones grandes y precios chicos; acá la cosa es al revés. Los tacos son pequeños, los volcanes diminutos, las quesadillas no llenan. Saldrás con hambre o sed (o sin probar las combinaciones de carne con queso) si quieres pagar menos de 150 pesos por persona. En la planta baja (donde se come de pie) hay muy poco espacio, arriba tampoco te dan el mejor de los servicios.
Pero todo esto es sobradamente compensado por el sabor de la comida. Nada menos que el verdadero gusto del carbón, magistralmente manipulado a la vista de todos por expertos fogoneros/​parrilleros. No esperes cosas barrocas: el énfasis está en los aromas y en la cocción. La carne se sirve siempre en su punto, los volcanes crujen exactamente como deben y la salsa especial (mezcla de roja, verde y mexicana, pasada unos segundos por la plancha) es de las mejores que conozco.
Prueba el bistec, la arrachera, la quesadilla especial con carne (en pan árabe), el alambre, las cebollitas (Dios, las cebollitas…). Todo está en la misma línea: pequeño, caro, buenísimo, único.

Rara vez doy 5 estrellas.
Este lugar es único. El sabor a carbón es inigualable, y la comida NO es grasosa. Entonces puedes cenar tacos y dormir bien. Se especializan en pocas cosas, y son muy buenas (en lugar de tener mucha variedad con sólo algunas cosas).
El servicio es también bueno.

Venir a estos tacos es prácticamente igual a pararse en una esquina de la Doctores a esperar a que te asalten. Pero en vez de que lleguen a picarte, se les olvida mencionarte que agregarle queso a los tacos cuesta $ 22.
Los precios son absurdos para unos tacos ricos pero Que no valen la pena. $ 20 por un refresco de 190ml y $ 44 pesos por un taco de bistec con queso que te comes en dos mordidas.

Son muy caros para lo que ofrecen las tortillas estan duras y viejas el lugar es super estrecho e incomodo y el servicio es pesimo.

Es un lugar atrapado en los 70’s para bien y para mal. Lo bueno es que el sabor a carbón y la calidad de los alimentos prevalece, lo malo es que tienen lo mínimo indispensable en el servicio y hasta un poco getones, huele un poco a basura en las escaleras y no aceptan TC.
Con lo que me quedo es con el sabor de mi chaparrita de mandarina y tan tan.

La misma tarde que conocí El Cangrejito, caminando por la Del Valle, me quedé con un poco de hambre y curiosidad y vi que enfrente estaba un lugar llamado Los Picudos. Con semejante nombre tenía que probarlos, sobre todo por que el eslogan es Tacos al carbón, tres palabras que juntas alborotan la nariz y la lengua.
Pedí unos tacos de costilla y al principio el tamaño no me satisfizo, pero por su sabor pedí una orden más. El asado al carbón le da mucha ventaja a este tipo de tacos, ademas de que la carne está más que aceptable. Las cebollitas acompañan muy bien a tanta proteína y la salsa especial culmina una tarde alimentación balanceada, además de que pica chulo y está bien rica.
No pude probar el volcán con queso pero cuentan las buenas lenguas que es muy recomendable. Ahí te paso el dato, yo ya lo tengo en la agenda.

Estos taquitos son de otro mundo, me encanta la costilla al carbón con queso, es un manjar, a pesar de que siempre me han parecido caros, su sabor es inigualable, además la carne es de muy buena calidad.
No olvide echarle la salsa especial de «Los Picudos», es verdaderamente deliciosa, un gran acierto para los taquitos de carne.
La primera orden de cebollitas es gratis, así que a disfrutarlas al carbón, que saben a gloria, además de pedir un Volcán, tortillita dorada con carne y queso, seguro querrá otro volcán.
Eso sí, respire profundo cuando pida un refresco y luego lo pague, porque se sentirá algo impactado.

Los tacos son muy ricos. Ponle tocino a todo ahí, lo cocinan delicioso.
Me gusta que el espacio es tan reducido que parece casa de muñecas. Tiene unas mini mesas, con unas mini sillas y tiene un mini baño (en un mini edificio). Me encanta ir ahí por eso.
También tienen chaparritas (mini refresco tradicional mexicano), lo cual hace que tus mini tacos (no son muy grandes) concuerden con todo el lugar (jajaja).
Los volcanes son deliciosos, las salsas valen mucho la pena con gran cantidad de limón y todos los meseros son muy amables y rápidos.

Si a algún lugar le puedo llamar mi segunda casa, Los Picudos están en el primer lugar. He ido tantas veces a este lugar que ya deberían de colgar mi foto a un lado de la caja. Incluso durante muchos años goce de pleitesías especiales, ya que mí mejor amigo vivía en el edificio de enfrente, lo que hacia que lo frecuentará mínimo tres veces por semana. Soñábamos con tener una especie de mini teleférico que uniera la ventana de su sala con la del segundo piso de esta taquería para evitarnos la flojera adolescente de bajar y cruzar la calle.
En fin, al grano. Estos tacos son lo máximo y no lo digo yo, lo dice la gente y los años de servicio que tiene este lugar. Si alguna vez haz probado los ahora tan famosos volcanes, pues aquí los inventaron. Su especialidad son los tacos al carbón hechos en su parrilla de la planta baja. Bistec y arrachera lo que no puede faltar.
Tip de conocedor, pide tu ración de salsa especial para acompañar, eso sí, si no le entras al picante abstente de probarla ya que podrías pasar un par de días en el baño! Acompaña tus tacos con una Chaparrita del sabor que más te guste y para cerrar con broche de oro pídete un flan de la casa.
Tal vez el lugar no llame tu atención por fuera, pero no te equivoques, lo mejor está adentro. Son tan conocidos que no dudes que te encuentres un día a Jorge Campos o algún «estrella» de Televisa cenando en la mesa de al lado.