Este restaurante está muy bien escondido sobre Avenida San Fernando, y digo esto porque en verdad no te enteras que hay un restaurante detrás del portón verde de la cerrada donde se ubica. Para llegar debes entrar y caminar dos cuadras hacia abajo y ahí lo encontrarás. Es una maravilla comer aquí, sobre todo los viernes y sábados; entre semana venden comida corrida y comida mexicana, pero los fines de semana vende mariscos y pescado en todas sus presentaciones. Me encanta porque al llegar te regalan un consomé de camarón y una cerveza. Puedes ordenar los camarones a la diabla, que te sirven con arroz y ensalada; tostadas de camarón y ceviche, empanadas de pulpo y camarón, mojarra a la diabla. Para tomar venden cervezas(al 2×1) y algunos tipos de alcohol. El postre también es gratis, así que es un buen lugar para comer rico. Los fines de semana también hay música, y hay personas que pasan a tocar a tu mesa si así lo deseas.