Matterello

Apenas ayer fui por primera vez, pero creo que ya me enamoré. Íbamos rumbo a otra panadería de la zona cuando pasamos enfrente de ésta. La fachada bonita, la leyenda «pan artesanal» y el olor a pan que irradia el lugar nos obligaron a detenernos.
En cuanto entré, un chavo súper amable me platicó que abrieron hace unas semanas y me contó a detalle sobre el pan que ofrecen. Lo preparan con masa madre, sin levaduras, lo cual tarda más pero resulta en una mejor textura y sabor. El pan es crujiente por fuera y suave por dentro. Tienen una buena variedad, aunque yo llegué en la tarde y ya no tenían tantas piezas. Cuentan, por ejemplo, con pan campesino, uno de semillas, otro de frutos secos y uno con arándano, pasas, almendras, nuez y acitrón. También tienen pan dulce: croissants, rollos de canela, chocolatines… Hay panqués, pasteles… Unos pestos que ellos preparan y tienen muy buena pinta… Café…
Fue difícil, pero me decidí por un rollo de almendras y otro de canela con arándanos. Ambos de-​li-​cio-​sos. Mucha mantequilla, mucha canela, mucha felicidad para mi alma gordita. También llevamos un pan de frutos secos, riquísimo e ideal para comer solo o combinado con queso, por ejemplo.
Volveré muy pronto: me encantó el pan y también la atención. Les recomiendo ir temprano para que les toque más variedad, aunque también me dijeron que puedes llamar y apartar tu pan para recogerlo después.