Mikado

The rice, oh the rice! I come here about once a week and it never disappoints. The fish is always fresh, nigiri is authentically made, and the rice is perfectly prepared. The fact that it is across from the Japanese embassy is also testament to its greatness. I typically get nigiri but I’ve started to get Chirashi for the rice bed. If you need good sushi in Reforma this is the place to go but be ready for $ 300-​$ 400pesos per person.

Best non-​Japanese Japanese restaurant I’ve eaten in my last 32 years. Ask for chef Toño and his superb Teppanyaki and Yakimeshi. Don’t miss nik-​udon either.

This is one of the classic teppanyaki restaurants of Mexico City. This restaurant has been delivering solid teppanyaki service since, at least, the 1970s. I’ve been coming to Mikado since the early 1980s so I know the quality of their food has always been consistently good. I just had their teppanyaki salmon, teppanyaki bass, teppanyaki thinly sliced prime rib, goma ae, and their amazing tempura ice cream.
I live in the city of San Francisco and I can tell you, for sure, there is no teppanyaki house over there remotely as good as this. What an amazing, persevering owner Mikado has!

Me parece ridículo el precio por lo obtenido. $ 320 por menos no más de 30 gramos de Pescado en platos de plástico. Carta engañosa que no indica un costo extra por compartir un ridícula porción. Pésimo

Tal vez ustedes recuerden este restaurante por una escena de la película Amores Perros. Yo, la verdad, no recordaba ni el lugar ni la escena correspondiente, pero quienes me llevaron ahí por primera vez hacían hincapié en ello. Ahora lo recuerdo, más meritoriamente, por su comida.
Mikado es un restaurante japonés que se encuentra en Paseo de la Reforma esquina con Río Guadalquivir, a un par de cuadras de la embajada de Estados Unidos. El lugar, sin embargo, permite aislarse por un rato del ajetreo de esos rumbos. Ya sea en su piso inferior (una especie de sótano con mesas) o a nivel de calle (donde hace menos calor y se encuentran las planchas para el teppanyaki), el ruido no representa un obstáculo para disfrutar los alimentos.
La comida es bastante buena, para volver en más de una ocasión. No pretende ser un restaurante sofisticado y elegante, por lo que se puede disfrutar de la comida en una vestimenta casual. Hay bastantes oficinistas a la hora de la comida.

Lo padre de este lugar es la austeridad y el ambiente, te sientes en Japón. Entrando están las mesas de Tepanyaki que con sus calores inundan el lugar de olores a vegetales al grill. El menú marea de lo largo que es, para alguien indeciso es un reto poder elegir. Al final siempre le pido al mesero me recomiende que pedir aparte del ya famoso Tepan. El servicio es lento y los meseros andan relajado al punto que se les va la onda y puede que se les olvide tu bebida, así que hay que ir con paciencia. Vale la pena, hay un buen mix de gente y en la parte de abajo hay espacio para grupos mayores.

La comida japonesa es una de mis favoritas, y de las de muchas personas en el mundo, es un arte culinario.
El Mikado es un restaurante que lleva ya varios años en la zona, muchos años si mal no recuerdo, ya que yo lo visitaba de niña con mi familia.
Lo que llama la atención de este lugar cuando pasas por enfrente, es que sus mesas de tepanyaki, siempre están llenas, y son las que ves al pasar por ahí. Es un restaurante de dos pisos, el nivel calle con sus mesas de tepanyaki, y en el sótano mesas normales. La decoración del lugar podría ser mas nueva, ya que es la misma sencilla decoración con sus toques japoneses desde que recuerdo, lo único que han hecho es pintar las paredes. El sótano puede ser un poco solitario si no hay nadie, pero no te dejes llevar por esto ya que la comida del lugar es buenísima.
El menú es bastante extenso pero ten la certeza de que todo lo que ordenes es muy bueno, de lo mejorcito de la zona.

Una entrada fallida al cine nos llevó a este restaurante, atendido y fundado por japoneses quienes hacen de este restaurante una gran experiencia culinaria. Hacen el típico arroz y los rollos que en nada distan en apariencia a los que conocemos pero que están hechos con otros ingredientes, mejores, mejor seleccionados y combinados. Nos sentamos en la barra y con el poco español que hablaba quien nos atendió nos recomendó un sake caliente, que estaba delicioso, de entrada nos dieron zanahorias y pepinos con una salsa tipo soya. Cada quien pedimos un poco de arroz, bien servido, y un rollo, yo lo pedí de anguila con hueva de pescado. Todo estaba delicioso. Comer en ese restaurante es una garantía de bueno y además será una experiencia que no se vive todos los días. Los dueños no son mexicanos, hablan poco español y casi todos sus comensales son japoneses.
Intentamos hacer conversación con uno de los comensales quien se sentó a nuestro lado, él también hizo el intento por platicarnos su experiencia en México, venía de un crucero o al menos eso le entendimos, no dejó de sonreírnos y mejor optó por comer y dejar el intento que ni él ni nosotros pudimos hacer mejor por entendernos.

Restaurante japonés clásico de Reforma con más de 2 décadas funcionando. Ubicado en la esquina de Rio Guadalquivir y Paseo de La Refoma, a una cuadra del Ángel mayor precisión. Es una gran vitrina que luce la 2 planchas de tepanyaqui que ocupan prácticamente toda la planta alta del local. Aquí se van sentado las parejas o los grupos medianos. No es recomendable para grupos grandes. El ambiente fomenta compartir algún comentario mientras el chef prepara alguna de las comandas. El espacio es realmente pequeño y el área de mesas se encuentra en la planta baja, que es un sótano bien adaptado en colores suaves y referencias niponas. La carta es muy amplia. Los platillos que no fallan son el yakimeshi mixto, misoshiru, las brochetas o los platillos preparados en la plancha. Los rollos son buenos, también. El servicio es disparejo. Lo compensa el sabor de los platillos. Es caro.