Todos tenemos nuestras tiendas favoritas y por distintas razones, a mi me encanta este molino. Desde pequeña mi abuela me traía aquí por todo lo necesario para hacer mole, pero ahora que es más grande va a comprar en el mismo lugar la pasta para hacerlo. Creo que este lugar es de esos que se esfuerzan por mantener de pie tradiciones que parecen cada vez más enclenques, ya que aquí puedes encontrar harina para tamales, maíz para pozole, una gran variedad de chiles y otra gran cantidad de moles. Y es que qué nos cuesta aprender a hacer este tipo de comida, que aunque es más elaborada, nos encanta quedar a reventar con un mole con pollo y arroz o con un rico tamal de salsa verde. Este lugar es muy barato y debido a que por las mañanas y por las noches venden tamales, cierran algo tarde.