MUTEC Museo Tecnológico de CFE

Estoy segura que muchos, como yo, odiaron los museos de niños, porque a veces en las escuelas en lugar de inculcarnos el gusto por ellos, nos «obligaban» a visitarlos, sin embargo, conforme pasa el tiempo o te lleven tus padres, vas adquiriendo el gusto y la necesidad de ir para aprender más, más y más.
Debo confesar que el MUTEC no fue de mis favoritos, pero aprendí una cantidad de cosas impresionantes, aquí podrás realizar distintas actividades y de verdad te sorprenderás al ver como algo tan sencillo puede entretenerte tanto, además hay conferencias, exposiciones temporales, permanentes, entre muchas más actividades que te sacarán de la rutina, no te lo puedes perder.

El Museo Tecnológico de CFE (MUTEC) es uno de los lugares a los que me llevaron desde niño ya sea por paseo escolar o porque mi padre nos llevó a la mayoría de los museos de la ciudad. Ahora que soy grande tengo el gusto y el placer de continuar yendo porque siempre hay cosas nuevas que aprender, descubrir y ver.
En el MUTEC resalta todo lo que tiene que ver con física, ciencia, tecnología y lo relacionado a la luz y la energía. Posee salas donde se exhiben exposiciones interactivas, permanentes y temporales, por lo que es fácil entender todos los conceptos al respecto y donde la familia puede participar en alagunas actividades.
Lo que más maravilla es el planetario. Las proyecciones nos trasladan al espacio y al más allá por un recorrido estelar único en el que además nos llevamos algo de conocimiento. En tanto también se pueden apreciar piezas a escala y representaciones que explican toda la ciencia que hay detrás de un viaje al espacio. Una experiencia que seguramente te asombrará.

A manera de paseo, hace aaaaños mi padre nos llevó a ese lugar. Seguro fue a regañadientes, pues admito que los museos eran para mí como una extensión de la escuela y con eso me bastaba para tenerles algo de tirria.
La verdad no me resultó nada atractivo el «paseo», de hecho tengo un flashazo de ese día con montones de muestras del uso de la luz a través de espejos en salas oscuras que no llamaban mi atención.
Hoy me río de aquel flashazo pues he ido al MUTEC incontables veces ahora con mi hija. Claro, mejoró muchísimo en todos los aspectos, aunque narrar las salas del museo sería extenderme demasiado y a la vez quedarme corta.
Han sabido ganarse el asombro de niños y adultos con cada sala, invirtiendo en las exposiciones permanentes y anunciando las temporales con nombres tan atractivos como enigmáticos.
El helicóptero de la entrada y el planetario son ya de por sí dignos de asombro, lo mismo que la muestra de aviones y locomotoras. Además dan diversos talleres para niños y otras actividades en las que los adultos también pueden participar sin ese toque tedioso que, para muchos, significa aprender. Para otros, ya no.

Cuando cursé la secundaria, de plano nunca di una en la materia de Física. Además mi conducta era pésima, por lo que no me quedaba de otra más que hacer puntos extras para alcanzar el seis: P Así fue como conocí el Museo de la Tecnología. Tuve que hacer varias visitas y varios reportes y recuerdo que ya desde la explanada te asombrabas de todo lo que se podía hacer conociendo las leyes de la materia y todo eso. Todo el tiempo hay una interacción con el espacio y los artefactos que sirven para ilustrar cómo funciona la electricidad, el sonido, el movimiento, etc. Estoy convencido de que es un museo donde, mientras más pequeño vengas, más inolvidable será el paseo. Las máquinas parecen tener magia.

El MUTEC
Es de los museos más divertidos, educativos y completos que conozco, aquí te diviertes como enano y los enanos aprenden divirtiéndose.
Son cuatro salas principales que tienen diferentes recorridos y actividades, en ellas se muestra de manera interactiva y divertida cosas de la vida cotidiana como: cuánta azúcar tiene un refresco, cómo funciona la CFE, qué es la física, entre otras.
El museo cuanta con un área al aire libre donde están ubicados aviones, trenes y algunos juegos que te a través de los mismos aprendes cosas de física y te diviertes.
A la entrada está un helicóptero en donde a los niños se les proyecta un vídeo de cómo funciona cada 30 minutos, sólo se tienen que formar y listo.
Para complementar la visita, se han instalado dos áreas para actividades «manuales» como: hacer aviositos, jugar memoria, armar un cohete, entre otras.
Aquí se vive una experiencia educativamente mágica.