Obstetrix Gineco-Obstetricia

Todos tenemos en nuestro haber historias de hospitales terribles, y en mayoría de estos episodios suelen estar involucrados médicos insensibles, creídos e inhumanos, que tratan a los pacientes como bultos y cuya visión del cuerpo del enfermo se reduce a su pequeño campo de especialización.
Una situación ginecológica muy complicada y dolorosa nos llevó a mi marido y a mí a conocer al doctor Manuel Rodríguez Rábago en 1998. Desde la primera visita quedamos encantados con él y con todo su equipo, pues nos sentimos tratados con cariño, respeto, comprensión y, por supuesto, profesionalismo.
El doctor Rodríguez nos ayudó de manera impecable a resolver nuestra situación, tanto a nivel físico como emocional, y desde entonces se convirtió en «nuestro ginecólogo» (aunque sea yo la única que lo visita como paciente).
A lo largo de estos años, hemos descubierto que muchísimas amigas y conocidas son pacientes del doctor Rodríguez, y todas coincidimos en que todo el personal que trabaja con él es súper eficiente y respetuoso, y que él además de que es un súper ginecólogo es un médico humano, confiable y generoso. ¡Tener un médico así… no tiene precio!