En esta ocasión vine a comer con mi sacrosanta madre y pedimos el menú del día que consistía en: 1) Ensalada de plátano con cocholate y ajonjolí(¿?) 2) Sopa de verduras 3) Fideo seco al ajillo 4) Milanesa rellena de picadillo con ensalada o chile relleno de champiñones y calabacitas en salsa rosada + Agua de sandía con menta El sabor era bueno, las porciones generosas y hay refill de agua así que puntos buenos por ello. Venden cheve por si quieres variarle a lo que bebes. Y el precio es bastante accesible($ 70 por comida, yey!) El lugar es mediano pero con suficiente espacio entre las mesas para que no sientas que te asfixias. Tienen una tarima chiquita con lo que intuyo hay eventos por la tarde-noche. Las personas que atienden son muuuuuy amables y pues bueno… 5 estrellas bien merecidas a este peculiar restaurante y cafetería vegetariano.