Parque Líbano

Este parque lo he frecuentado a todas horas del día, aunque por la noche solamente de «pasadita». Durante la época soleada del año, me ha tocado ver los árboles muy delgados y con una apariencia casi seca; las ramas y el pasto se tornan amarillos y nada idóneo para sentarse mas que en las banca donde hay que soportar la fuerza del sol. Al rededor, los transportistas, autos y ruidos crean un ambiente desagradable. Por su parte, los edificiso son el paisaje al rededor de este parque.
Ya entrada la época más gentil del año, casi después de junio, se inicia una tranformación plena. Los árboles se visten y se admiran tupidos de hojas, el pasto crece en cada ricón como gran alfonbra verde, fresca y perfecta para reposar, comer y platicar. Es un lugar hermoso y reconfortante, los árobles generan la sombra perfecta para reposar durante horas.
Es recomendable como pista para correr, hacer ejercicio, sacar a ‘pasear a tu perro, acudir un domingo en familia a un buen día «de campo» o a descansar. Cuando se encuentra así de verde lo que lo rodea pasa a segundo plano y casi desapercibido. La opción que prefiero es dejarme caer sobre los caminos empinados con la bicicleta, sólo ten cuidado al llegar a la pista de autos.