Otra de esas plazas a la que mis padres me llevaban mucho en mi dulce infancia, especialmente al cine y al Sanborns. Nunca fue una plaza muy atractiva ni ostentosa, muy sencilla la cosa. Seguí yendo ya más crecidito de edad porque había una tienda de discos que tenía un catálogo bien surtido de la música que escucho, a precios más bajos que en otras de la índole. El cine también era efectivo por no tener tanta gente en la fila y en las salas. Hace unos pocos añitos le dieron una remodelada, pero con ello rompieron mis sentimientos porque desapareció aquel local de música, entonces ya no tengo motivo alguno que me haga seguir visitando la plaza. De repente entro con mi familia cuando salimos de un restaurante que está a una calle de ahí, aunque en eso queda solamente. Como cosas quizá aún interesantes para algunas personas son las tiendas de ropa que no encuentras en otro lado, «marca de la casa» por decir, por si quieren cambiarle al mainstream de la moda. El Sanborns continúa, hay una comercial mexicana y un módulo del IFE.