Yo siempre he creído que la comida de las grandes cadenas de Fast Food es veneno del caro. Y para todos los que piensan como ello pero de repente les dan ganas de comerse un pollito de esos que anuncia el coronel, en este local se encontrarán con un pollo que no le pide nada al de la citada cadena. Los pollos son igual de crujientes, si se puede un poco más y no te escurre tanto la grasa como con los«originales» y de igual manera puedes gozar de complementos caseros y por lo tanto más ricos como puré, nuggets, ensalada y sopa, por un precio infinitamente menor y una calidad muy superior. Es una opción perfecta para quitarte la cosquillita del pollo y aparte comer mejor y más sano.