Quesadillas de la Abuela Coni

Cuando trabajaba en Lindavista no tenía asignada hora de comida, mientras más rápido terminara mi trabajo era posible salir, o bien podía pedir algo para llevar en la oficina ya que trabajaba contra reloj y había que terminar a las 5 de la tarde, por lo que la comida en ocasiones no era una prioridad.
Por ello tuve que encontrar lugares que llevarán comida a domicilio, como lo hacían otros compañeros que entraron a trabajar antes en este lugar y les pedí recomendación.
Así conocí estas quesadillas, el único problema es que eran muy lentos para llevarlas, pero bien valíà la pena la espera porque son riquísimas.
Son de esas quesadillas que bañan en aceite hirviendo, crujientes por fuera, suaves por dentro, con un buen guisado al interior y una salsa verde picosita para acompañar.
Los guisados son muchos, desde la tradicional tinga «de la abuela» hecha de red con chipotle, hasta papa, rajas, tinga y muchos más aunque me favorita es la de picadillo.
Además tienen comida corrida y otros antojitos mexicanos, pero todo lo que lleva salsa es muy picoso, así que ten cuidado, por ejemplo, con los chilaquiles.
De igual forma el servicio es lento en el restaurante, aunque es un sitio súper tranquilo y agradable para estar. En la parte de abajo, además de recibir los pedidos, hay tres mesitas, arriba hay mucho más espacio, incluso tienen vista a la calle de Payta y el mesero o mesera sube por la orden y a llevarte tu pedido, pero para la cuenta o al hacer el cobro se tarda mucho.
Yo recomiendo que si ya te retiras, mejor bajes y pagues en caja, para que este proceso sea más rápido, ¡ah! Y sólo aceptan pagos en efectivo.