Desde que vivo en esta colonia, hace 16 años, hago uso de este servicio, aunque he de decir que influye el hecho de que es el único que conozco por la zona. Sin embargo, a a pesar de que se saben dueños del monopolio de reparadoras de calzado en varias manzanas a la redonda, no se dan la libertad de hacer las cosas como se les pega la gana. Son leales a su clientela y su clientela lo es con ellos. Siempre realizan los trabajos en tiempo y forma(además de cobrar un precio justo) y, salvo un par de ocasiones en las que el zapato realmente ya no tenía salvación, nunca he tenido una queja sobre este lugar, salvo que quienes atienden podrían sonreír de vez en cuando.