Sazón Veracruzano

Excelente opción para comer comercial n familia los fines de semana. Mariscos de buena calidad a precios muy accesibles. Buenas opciones de paquetes. El servicio es atento, a pesar de que suele estar lleno. Muy recomendable.
Necesitan una remodelación o cambiar los utensilios en las mesas para liberar espacio.

Este lugar encaja perfecto con la expresión «bueno, bonito y barato». Tienen los mariscos más frescos y sobre todo baratos, ¡¿un docena de almejas que parecen recién pescadas por menos de 100 baros ?! Y que decir de las micheladas con ostiones o camarones, perfectas para curartela el sábado a medio día.
Definitivo uno de los mejores secretos no tan secretos de la Escandon.
Si buscan algo calientito, el caldo de pescado podría revivir a alguien y que decir de la piña rellena de mariscos, una delicia que parece sacada de algún ritual tiki en el coraxon de la ciudad.
Como un buen tip, lleguen temprano después de las 3 tienes que esperar y como todo es fresco, se les va terminando.

Este restaurante está en una esquina, lo que lo hace fácil de ubicar, lo frecuento más con mis amigos que viven por la zona después de una fiesta porque el caldo de camarón es muy bueno, de hecho si estás algo crudo te recomiendo que pidas dos de ellos, son una excelente solución.
Las empanadas de camarón y de pulpo son una excelente opción para un desayuno en fin de semana, claro que no puedes dejarlo sólo así, un vuelve a la vida o quesadillas de pescado son muy ricas.
Para la comida yo les sugiero el filete de pescado al mojo de ajo, tiene ese balance entre jugoso y sabor delicado a ajo.
No es fácil encontrar estacionamiento para dejarlo en la calle muy fácil así que cerca hay uno en donde lo puedes dejar, no lo dudes ni un segundo porque tardarás más en encontrar un lugar. Lo ideal sería que llegaras en Metro o Metrobús porque está muy cerca de las estaciones Patriotismo.

El Sazón Veracruzano empezó como una buen apropuesta de mariscos en la Escandón, buenos y baratos.
Ha ido modificando su menú a un estilo más sinaloense, aunque el cóctel de camarón, las mojarras fritas y el caldo de almejas, son una delicia.
La calidad ha disminuido un poco, a pesar de ello los fines de semana habrá que esperar turno, ya que es muy concurrido este local y es pequeño a los más 10 mesas.
Esperamos que retomen el camino y continúen echándole ganas a lo básico, que fue lo que los consagró.
No dejen de probar el flan de cajeta que es una delicia, se deshace en la boca, bocado a bocado.