No, no tiene el mobiliario de moda, tampoco las luces o la música pero, ¿qué creen?, tiene muy buen café y, quiero seguir pensando que el punto sustancial de ir a un café es beber café, aunque podría equivocarme… Y aunque no cuente con lo ya mencionado, este sitio está bien ubicado, es cómodo, limpio y ofrece un excelente servicio; además de un ambiente súper apacible ideal para trabajar, leer o platicar sin necesidad de alzar la voz. Ahora volvamos al punto medular, el café es realmente bueno, cuentan con las presentaciones clásicas pero si quieres una explicación más detallada acércate a la dueña; gustosa te explicará los pasos que sigue para obtener una buena taza de expreso, americano o un capuchino con el copete bien levantado. Si van con un poco de hambre, les recomiendo las chapatas de chorizo español y las baguette de salami, aunque hay varias opciones más en la carta. Es importante resaltar que no tiene estacionamiento y en horas laborales es complicado encontrar lugar.