Tacos Manolo

Una verdadera lástima lo que ocurre con este lugar, hace unos años eran buenísimos, en mi última visita (mayo 2015) pude notar con decepción la bajísima calidad de la carne, mal servicio, sanitario en pésimas condiciones, y créanme cuando les digo que viven de su fama muy muy malos tacos. Una pena

Es difícil ignorar el nombre Manolo en letras enormes al pasar la calle Luz Saviñón en la Del Valle. Más difícil aun es ignorar el embriagante olor de las brasas de los dos trompos que imponen en el local. El olor seduce a todo peatón, obligándolo a tomar asiento y pedir de comer. Hay dos locaciones, el changarro original y cruzando la calle hay un local con más asientos listos para todos los hambrientos.
La estrella del changarro, obviamente se llama El Taco Manolo, y consiste en una porción generosa de jugoso bistec con cebollitas picadas y tocino decadente. Todo un verdadero manjar. Pide también los tacos al pastor. Hay tortas, tacos árabes y alambres. Pide lo que sea.
También tienen una barra de salsas excelentes, verde, roja, una con cacahuate (una delicia) y cebollitas con chiles manzanos. Todo está listo para entrar a un coma 100% taquero.

Uno de los lugares emblemáticos de la Narvarte son los Tacos Manolo y no hablo de los que se encuentran en los comentarios anteriores, sino de los que están adelante, los del puestito, si bien, ambos son prácticamente lo mismo, el puesto de tacos es el emblemático pues fue el que inició este sueño para los dueños de la taquería, ya que es el negocio original, los otros tacos, que están enfrente y ya es un local grande con mesas y sillas, fue la añadidura al puestito. Por supuesto los tacos son buenos y, sobre todo, el chicharrón de queso. Ante todo les recomiendo que se coman su taco en el puestito, así, parados, no importa, en realidad es la verdadera experiencia de esos tacos y, no sé por qué, pero tienen mejor sabor.

Pocas taquerías en el DF son tan amigables con todos como los Tacos Manolo, puedes ir a bajarte la borrachera, a comer con la familia, a comer solo, con tus compañeros Godínez (si sales a comer después de las 3:00pm) o a presentarte ante tus nuevos suegros que, si no les caes bien, cuando menos saldrán con un muy buen sabor de boca. Acá los tacos y la salsa siempre saben bien, aunque tengas semanas sobrio.
Las especialidades: los tacos manolo (bistec, tocino, cebolla y la «receta secreta»), los árabes (promoción eterna de dos por $ 50 en tortillota «árabe»), la salsa roja que deja un delicioso sabor dulzón o la naranja que es de cacahuate (receta de hace casi un siglo de antigüedad) y, obviamente, los de pastor.
También hay aguas de sabor, refrescos y cervezas, postres, caldo de camarón y un ecléctico menú. ¡No olvides pedir un chicharrón de queso!
Lo mejor: aceptan pago con tarjetas y, si el restaurante ya está cerrado, puedes checar el puesto callejero que está frente a las Farmacias Capuchinas, en la mera esquina de Cuauhtémoc y Luz Saviñón (ahí sólo se paga en efectivo).

Nunca olvidaré el sabor de un jugoso Manolo. Cocinado con la receta de la casa, este taco es, hasta donde mi paladar aprecia, una mezcla de bistec, tocino y un jugo que impregna la cebolla que acompaña tal abundancia de sabores.
Puedes encontrar gringas y tacos al pastor, pero no te puedes ir sin probar un taco Manolo, ya sea del puesto o del local de enfrente, que tiene el toque Manolo, pero no se presta al encanto de comer parado. Ocho pesos por un deleite que vale cada centavo.

Mis favoritos en Manolo son los tacos árabes, la carne tiene un sazón especial y qué decir de los tacos al pastor, que uno come parado y que los puedes preparar a tu gusto con la barra de salsas y condimentos que se encuentran al lado del trompo, en lo particular recomiendo ampliamente la riquísima salsa roja.
Los fines de semana se ha convertido en el lugar obligado de familias enteras, así que a veces hay que esperar un poquito para conseguir mesa, pero si el hambre aprieta puede cruzarse la calle y comer en el «anexo», es decir un puesto callejero, donde podrá disfrutar al calor del fogón tacos de cabeza, pastor y suadero.
De cualquier manera, no deje de probar la gran variedad de tacos, hasta el más exigente encuentra algo qué comer en Manolo.
Si todavía queda «huequito» para un postre, frente a la taquería se pone un auto con postres, recomiendo prueben los flanes.