No se cómo fui a dar con esta taquería pero salí rodando. Tienen un menú bastante extenso de garnachas en sus diferentes presentaciones. Sólo hace falta echarle un ojo a lo que se está cocinando en la parrilla para saber que se antoja. Al entrar se da cuenta que la especialidad, y de todas maneras lo recomiendan, son los burros. Es necesario venir con mucha hambre pues las porciones son muy grandes. Aguas con las salsas que son bastante picosas, y en todo caso siéntete libre de agarrar algo del refrigerador. El taquero, que tiene fama de estar bailando mientras cocina, no lleva la cuenta por lo que hay que recordarle a la hora de pagar. El changarro es muy chiquito con apenas unas cinco mesas pero siendo una taquería tiene un movimiento constante. Empecé mi comida parado, pues las mesas estaban ocupadas, pero van despachando gente muy rápido.
Nayeli A.
Rating des Ortes: 3 Mexico City, México
Como siempre me quejo en cada oportunidad que tengo de haber tenido que ir por mucho tiempo a Santa Fe, ésta no será la excepción, ya que fue justo camino allá como encontré a «el vickingo», unos tacos que además de tener local, pasos adelante tienen un puesto como los de las estaciones del metro. Yo lo llamaba el «señor brinquito» porque siempre que estaba atendiendo y preparando los tacos saltaba de un lado a otro, además de tacos vendía tortas y costras, las costras eran carne, de la que tu quisieras, y queso oaxaca. Si tienes un estómago guerrero estos tacos son para ti. Para ser sincera, me consideraba con una panza de campeón, pero estos tacos me rompieron por completo, no sé si fue la grasa o la carne pero hubo algo que rompió en mi estómago y me hizo sentir pésimo, la verdad es que pensé en ese momento que el costo era directamente proporcional al malestar que me hizo sentir después de comerlos, pero tú eres el catador de fuego.