¡Ah qué lucha la mía! A diario me esfuerzo por comer sano y variado pero qué difícil es cuando justo afuera de mi casa, inaugura un puesto de quesadillas, tacos y guisados que desde las 8 de la mañana sueltan sus mejores aromas para todos los transeúntes. Me resistí muchísimo, no pude más. Tinga, fllor, hongos, huitlacoche. Se llevan un 10. Los chilaquiles, el bistec a la mexicana y el chicharrón en salsa verde. Igual. Todos los sirven con tortilla recién hecha de las que son ovaladas, no redondas. Para rematar el pecado y porque no iba sola, le di oportunidad a los tacos de bistec con queso que además de enormes, les pueden poner aguacate, hongos u otro acompañante. Qué maravilla. Además la señora Silvia se la pasa cotorreando con sus clientes y los taxistas de la base que está ahí mismo. Si llegan a andar por mis rumbos en serio, deténganse.