Templo Mormón de la Ciudad de México

Aunque no soy nada apegado a la religión, el Templo Mormón ubicado en la colonia San Juan de Aragón es un espacio que puedes visitar nomás para curiosear algo único en la ciudad si estás en un caso no sacramental como yo… O por lo menos los terrenos abiertos a todo el público, ya que hay algunas salas a las que solamente tienen acceso los practicantes de la doctrina mormona, aquella gente que cumpla con la purificación y limpieza espiritual que se necesita, incluso hay mormones que no han logrado entrar pues se requiere el seguir un proceso de iniciación.
Este templo lo conozco por la decoración navideña que se coloca año con año, se instala un gran nacimiento que reúné a mucha gente que lo aprecia. Sólo es posible recorrer los lugares permitidos, sin embargo observar la arquitectura de este sitio es una experiencia que pues llevarte sin restricción.
Me contaban que cuando suene la trompeta del templo será el aviso del fin de los tiempos ¿Apoco sí?

No hay persona que pase por primera vez enfrente de la Iglesia de los Santos de los Últimos días y no se cautive (un poco aunque sea), por el esplendor que provoca la luz del sol en su concreto blanco. El edificio siempre me ha fascinado, cuando supe que era un templo mormón pensé que era un desperdicio, sería mejor si fuera una biblioteca o un museo.
Afortunadamente puedes entrar, claro que el precio es un sermón en un lindo salón. Un mormón apoyado de una videograbación te va contando de forma amigable su doctrina. Después puedes visitar algunos salones, llenos de pinturas con motivos religiosos y marcos de maderas muy finas, todo es suntuosidad ahí. El mobiliario del templo se renueva cada año, gracias a que los feligreses compran el usado para su uso personal.
El templo está lleno de salas, algunas las ocupan para dar clases de artesanías, otras para vender sus artesanías, tienen dentro del templo hasta un salón de fiestas para eventos especiales, como alguna boda. Sólo los mormones que sean ejemplares y sigan los dogmas al pie de las escrituras podrán disfrutar de ciertas salas, vedadas para los que no cumplan con los requisitos. A mí me gusta pensar que es un hermoso baño cubierto de oro.

El templo pertenece a la Iglesia de los Santos de los Últimos días, y fue la edificación número 28 de esta congregación, y es el recinto más grande construido por esta iglesia fuera de los Estados Unidos. El edificio fue construido con mampostería de concreto blanco, y curiosamente su diseño está influenciado en la cultura maya y azteca.
Lo cierto es que cualquiera puede pasar a conocer el recinto e incuso participar en los servicios dominicales, aunque en algunas áreas en específico sólo se permite el acceso a ciertos miembros de la iglesia, acreditados para entrar a ciertos templos.
Algo que vale la penar ver, es las espectaculares luces con las que adornan durante la temporada navideña, y el enorme nacimiento que ponen en el jardín central.
Horario:
Lunes a jueves de 8 a 19 horas
Viernes de 8 a 20 horas.