Tortas Don Polo

Las tortas son muy ricas. A buen precio. El caldo que hacen está muy rico. Tienen opción de aguas son naturales. Buena opción si andas por el lugar.

El de la torta con el jugo es uno de los matrimonios más añejos y respetables en la gastronomía popular capitalina. Nunca están muy lejos el uno de la otra: lo mismo conviven en puestos de lámina que en tienditas o restaurantes. Pero quizá el escenario más perfecto para su unión sea Tortas Don Polo.
El establecimiento fue fundado por un hombre originario de Colima, ciudad conocida por su fruta fresca y por la influencia francesa de su cocina (de ahí el archifamoso remojón en mantequilla que ennoblece cada telera). A lo largo de seis décadas se ha convertido en un clásico chilango, e incluso ha probado (con éxito) la expansión. Y aunque el local original ha cambiado mucho, sigue teniendo su sitio de privilegio en una esquina del multifamiliar Alemán, frente al hospital 20 de Noviembre, en medio de la clasemediera colonia Del Valle. El ambiente es único.
Si bien sirven muchos otros platillos de buena manufactura (hay que probar los molletes a la hora del desayuno), obviamente uno viene por las tortas. Son endiabladamente buenas, igual que los jugos y las aguas frescas. También recomiendo pasar a media tarde por un café con leche y pan de chinos, otro gran ejemplo de cómo en este lugar se comprende perfectamente la comunión entre comida y bebida.

Las de siempre, desde niño!
No hay como sentarse en la barra y platicar con el chef, aunque las tortas son las clásicas, la sincronizada especial es muy buena

Después de varias ocasiones que me contaron de este lugar por fin tuve ya la oportunidad de conocerlo, y como buen tragón que soy jejeje la ocasión lo amerito. Como se me había dicho en el momento de llegar al lugar te das cuenta que tiene un gran tiempo de existir y que incluso conserva una tradición al estar decorado ya de una forma que tiene sus buenos años. Me contaron que el lugar inicio super chiquito (no lo dudo ya que lugares así al paso de los años son lo de ahora por crear una tradición y el éxito por lo que ofrecen) Vi que en su carta ofrecen varias cosas desde desayunos, platillos mexicanos y barbacoa que vi en un post al subir las escaleras. Yo como me contaron de las tortas fue lo que pedí. Una para mi que no puede fallar es la de Milanesa con quesillo. Me gustó que aunque están preparadas las teleras con mantequilla y frijoles (que no soy fan) están muy ricas. bien tostadito. su quesillo derretido y porque no su aguacate. y aunque sé que ya se ha mencionado pero no puede faltar que soy hiper fan de las rajas en escabeche y aquí están más que geniales!!! (se tuvo que pedir otra orden de la que te ponen originalmente). También pedí un agua de sandía y estaba muy rica. Considero que sus precios están muy accesibles y a la próxima creo que pediré unas enchiladas de mole que vi en otra mesa (Soy muy visual al respecto), pero en definitiva vale la pena conocer que más ofrece además de lo clásico que son sus tortas.

Tengo años comiendo de estar ricas tortas que tienen como mantequilla en su pan, y no se diga de sus rajitas están bien buenas y picocitas, son pequeñas pero valen la pena.
La de pierna con queso es genial

No se si fue la torta que pedi, pero cuando acabe no me sentí particularmente satisfecho. Pudo haber sido que las porciones de carne fueron medio insuficientes (senti que las rebanadas de pierna fueron medio delgadas) o tal vez el hecho de que el tamaño del bolillo tambien se me hizo medio pequeño.
Mi hermano por su parte termino su desayuno de huevos con chilaquiles y una rebanada de carne muy lleno (de hecho dijo que le cayó pesado), pero supongo que eso es algo bueno.
Las instalaciones estan muy bien atendidas y son espaciosas. Los meseros proporcionan un buen servicio.

Excelente y con servicio a domicilio. Las tortas son un clásico, servidas calientes, con una capa de frijoles y aguacate. La mejor ubicación es la que está sobre Porfirio Díaz, enfrente del Parque Hundido, y tiene Valet Parking.

Awww nada como las tortas de mi terruño adorado, por más que le busque no hay tordas igual de ricas que las de Don Polo. Con el pan calientito y dorado con mantequilla, frijolitos, pierrrna, quesito… oh Dios, ya estoy salivando ! Sí, son las mejores tortas del mundo mundial pero la verdad han subido mucho de precio. Como no nada más te echas la torta, sino también el licuadito o el agua, la cuenta puede ascender un poco. Es un pequeño lujo (tratándose de tortas) pero definitivamente lo valgo!

Delicious, simple, inexpensive sandwiches made to order. I’ve tried cubano, milanesa, and pollo especial and all were winners. I deducted one star only because it’s right on dirty, busy Revolucion, which doesn’t make for the most pleasant dining experience. I recommend taking your sandwich para llevar and finding a shady spot in peaceful San Miguel Chapultepec, the neighborhood behind it.

Me encanta este lugar por estar lleno de tradición, todo mundo, desde mi familia e incluso algunos de mis profesores, me han contado anécdotas de ese lugar, que aparentemente empezó como una pequeña barra donde preparaban tortas (que en aquél entonces costaban centavos) hasta la cafetería de dos pisos y terraza que es hoy, con un menú que incluye desayunos, jugos, enchiladas, barbacoa (creo que sólo los jueves) y demás platillos mexicanos.
Digamos que las tortas tienen una receta única, pues no llevan mayonesa ni otro tipo de condimento o vegetal, en su lugar, llevan mantequilla y frijoles, pero después de eso ya hasta me extraña cuando preparan una torta de la otra manera.
Siempre pido la torta de quesillo, no falla! Y como ya todos dijeron, los chiles en escabeche que ponen en cada mesa son un must!!!
Si se busca algo menos convencional o se tiene más hambre, se puede pedir la torta de chile relleno de queso. Super buena!

¿Poco dinero y mucha hambre? O quizá ¿mucho antojo por una buena torta? Pos date una vuelta por estas tortas que sí bien no son nada light, si son buenazas.
Mi preferida la de milanesa, acompañada de unas zanahorias en escabeche con jugo de limón (que yo le pongo con los limones que me dan ahí mismo)
Una buena opción es acompañar tu torta con un jugo recién hecho o con una rica agua de frutas.
El sitio es limpio, jamás me ha hecho dañó lo que aquí como.
El estacionamiento está en contra esquina y con el boleto sellado, es gratis.

This is a very solid diner with excellent service, very good fare, and competitive prices, particularly for breakfast. Today, I got Paquete 1, which includes juice, coffee, fruit, huevos rancheros, and bread. All for about $ 6. It’s also conveniently located right next to the Hospital 20 de Noviembre Metro stop, located along Line 12, the finest of the DF metro lines.
It seems to get fairly crowded on weekends at breakfast time, so maybe get there a little early. Or a little late. I was on a solo eating mission, so it was easy enough for me to find space at the counter to eat.
Be sure to watch the juicing machine as a cascade of oranges roll down a spiral ramp to meet their juicy demise.

Otra reseña para alimentar mi lista de: «Mucha hambre y poco baro». Esta tortería existe desde hace muchísimos años, tienen una carta decentísima de jugos y licuados, venden pan chino (bisquets, tacos de piña, etc), la fauna es interesante aunque mayormente conformada por doctores del Hosp 20 de Nov, el atento servicio es provisto por las gorditas meseras que ya estaban ahí aun antes de abrirse el local –o algo así– y por último pero no menos importante, tienen una máquina italiana antigua de café que vale lo que todo el local junto con todo y comensales.
Las tortas son como deben ser: telera a la plancha con mantequilla pa que sepa, y sea de lo que sea que la pidas, acompáñala con los chiles en vinagre que hay en cada mesa.
Este lugar es una buena opción por si te da flojera hacer de cenar, o ya andas en final de quincena. Mi menú ideal? Una torta «Suiza (tres quesos) + ingrediente extra, salchicha», un jugote «primavera», un taco de piña y un café con leche; todo mientras echas ojo a la tele o a la fauna del lugar.
Si vas en coche, el estacionamiento esta sobre Av, Coyoacán, y ojo, cierra antes que Don Polo, así que no te vaya a sacar un susto el don del lugar con que: «ya cerramos joven, hasta mañana». Cierran a las 11.

Este lugar tiene muchos años me acuerdo de niña iba a desayunar unos hot cakes con mantequilla y mermelada con un vaso de leche.
Después ya trabajando me fascinaba las tortas de pierna horneada en adobo en los bolillos pues normales con los chiles en vinagre que ahí preparan y lleva a mi casa, pues eran y son una delicias las Tortas Don Polo.
Hoy, hay una nueva modalidad de comida corrida entre las 12 y las 4 de la tarde, que vino a caerles como anillo al dedo a enfermeras y personal del hospital, así como familiares de pacientes, pues por su ubicación frente al Hospital, es un lugar muy concurrido.

Mi abuelo nos llevaba tortas Don Polo a cada rato a la casa. En mi familia son parte del menú, como si dijeras «Ay se me antojo unas quesadillas como las que hacia tu abuela». Mi familia es de Guadalajara y además de disfrutar cuando mi abuelo nos sorprendía llegando a casa con dichos manjares, que en realidad después de un tiempo la sorpresa solo era para hacer sentir bien a mi abuelo y que no dejara el hábito de lado, nos gustaba ir mucho al local.
¿Cuál es la relación? Bueno que mi abuelo sentía que viajaba en l tiempo y regresaba a su adorada ciudad tapatía, pues decía que entrar aquí era como estar en una cenaduría tradicional de esa parte de la república.
Su carta no solo incluye tortas pero en definitiva ese es su fuerte. Caminar por esa zona y sentarte en la barra que da a la calle es, a pesar de estar rodeado de la locura del eje, como si estuvieras en provincia. Durante los trabajos de la línea dorada del metro, era un caos entrar aquí y la verdad es que hasta tristeza me daba ver el local lleno de polvo, eso si hasta con eso, lleno. Qué bueno que de nuevo podemos disfrutar del legado de Don Polo, un lugar por demás acogedor y rico.

Estas tortas son tradicionales en la zona, llevan más de 30 años dando servicio y siempre han sido famosas. Yo las conozco desde niña y las recuerdo con mucha gente disfrutando su sabor, hoy siguen igual. La que pidas es buena opción, mi favorita es la de milanesa. Te recomiendo también probar los desayunos, a esta hora podrás encontrar a toda la comunidad médica que sale o entra del Hospital 20 de Noviembre, así que el servicio es bastante ágil y el ambiente muy movido. Cuando vayas prueba el flan napolitano, una delicia. Si estás de paseo por la zona, no dejes de visitar las Tortas Don Polo, es una parada obligada.

Las primeras veces de todo suelen ser las mejores y el dueño colimense de esta cadena (q.e.p.d) tuvo la idea de ofrecer tortas calientes en una ciudad de los 60 donde sólo se vendían en versión fría y solían ser de lomo o pavo. Entonces innovando de tierra y creación culinaria, don Leopoldo Sánchez instauró el nuevo orden y hoy son unas de las tortas de rigor para todos los que vivimos en la capital.
Pese a que la de milanesa y bacalao son las más conocidas, la carta incluye otras delicias como chiles en nogada y enchiladas verdes suizas que dicho sea de paso están súper servidas y llenadoras.
Las meseras son amables y sonrientes siempre que la clientela esté bajo control porque si no, enloquecen y suelen descuidar sus mesas. En la parte de arriba las mesas están muy juntas así que si son muy altos o necesitan más espacio, elijan las que están pegadas a las ventanas.

Aunque por su nombre sonaría lógico clasificar este restaurante como una tortería, la realidad es que su menú es mucho más variado e incluye opciones mexicanas para desayunar, comer o merendar, siempre rematando con un excelente café de máquina italiana y pan de dulce al estilo de los cafés de chinos.
En el establecimiento surgido en 1958 en un localito bajo las escaleras del edificio A del Centro Urbano Presidente Alemán, originalmente se vendieron jugos y licuados, hasta que a su fundador, el colimense Leopoldo Sánchez, se le ocurrió ofrecer tortas calientes a la gente que pasaba por ahí. En esos tiempos se acostumbraban las tortas frías, así que el experimento resultó innovador y exitoso: se mudó al local aledaño que hoy ocupa y luego se extendió con sucursales. Pienso que es más sabroso lo que se come en esta casa matriz que en sus herederas. Además me fascinan los lugares que ayudan a viajar en el tiempo.
El buen sabor de las tortas de bacalao y chile relleno –y de romeritos en temporada– da razón a su fama, pero yo recomiendo otras cosas de las que pocos hablan, como sus tamales y las enchiladas suizas. Un tip: La orden de bacalao está bien servida para su precio, que es casi igual al de la torta.