IHOP

Ihop de Palmas
Hoy por la tarde comi con dos grandes amigos y muy conocidos Unilocalers para esta gran comunidad sólo para seguir festejando mi cumple.
Debo decir que la comida estuvo muy rica, pedí un «Kitchen parmessan» y un té helado para acompañar. Pase una tarde agradable platicando muy agusto y comiendo con mis amigos.
Sólo un detalle, que no es por chisme ni nada pero la mesera se equivocó en un platillo y pensé nos va a decir que nos lo quedemos, pero no. Rápidamente cambio el platillo por el que habíamos elegido a un principio.
El fuerte de este lugar en definitiva no es la comida ah pero que tal los desayunos y los ricos pancakes que hacen aquí conocidos por los más chilangos como hot cakes que son una exquisitez.
Los precios son accesibles y en promoción solo pagas $ 99 que te incluye sopa de la casa o crema, tu platillo a elegir de los seleccionados, te, refresco o cerveza y por último para hacer digestión un cafecito.
Si quieres probar los platillos especiales están como en $ 200 promedio pp
¡Provecho comensales!

Muy triste experiencia. No esperábamos casi nada mas que los platos básicos fueran aceptables. Si en IHOP no pueden tener buenos waffles (los nuestros estaban chiclosos e insípidos) ni hashbrown comestible (el nuestro no era comestible), mejor que dejen su ubicación a otro negocio. La comida no es lo peor: el servicio es surreal de lo malo que es. Una persona llamado Lisandro vino a nuestra mesa, gritoneo a un comensal y se fue.
No es necesario decir más.

Vengan en la noche, te ahorras las grandes familias mexicanas de fiebre de sábado por la mañana.
Pos comenzare confesando que yo soy bien fan de esta internacional casa de pancakes. No soy fan del sentimiento de culpa que me genera venir, casi con gabardina y lentes oscuros.
Si vienes en la mañana tendrás que esperar entre turnos de desayuno (recomiendo llegar a las 8, a las 10 o a las 12, si no lo haces así, esperarás casi una hora). Yo que te puedo recomendar… que te pidas el sampler con todo: salchicha, tocino, jamón, huevito y pancakes. Todo acompañado de la jarra interminable de café.
El servicio es atento y feliz. Lo único que nunca me ha gustado de los Ihops de aquí es que carecen de la mugre y cochambre de los originales del gabacho; no olvidemos que allá es un merendero cuasi pa’traileros.
Cuenta por dos personas, 320 pesito.

Este lugar me causa gran conflicto. La comida es demasiado grande de forma desproporcionada, nada saludable y bastante grasoso. Mucha gente la pasa muy bien en este lugar, pero yo no me considero una de esas, siendo México un lugar con grandes opciones culinarias no entendería porque alguien quisiera venir aquí. Tan sólo me tomo probarla una vez para tener suficiente, aun no dudo que tengan cosas ricas, la comida es demasiado empalagosa.
En la perspectiva positiva puedo llegar a comentar que se encuentra en una zona bastante moderna y muy bonita. Recomiendo caminar por ahí después de visitar este lugar y podrán encontrar la Covadonga, Blend (tienda de diseño) y tan sólo a unas calles encontrar Prado Norte para tomar un helado de la Michoacana. Es un lugar bastante popular con mucha cola de espera los fines de semana de personas con antojo de hot cakes, huevos o alguna de sus variedades, así que recomiendo llegar con tiempo para disminuir el tiempo de espera y poder tener una experiencia placentera.

La verdad la verdad no entiendo bien cuál es la eufória por este lugar. Cuando recién abrió la gente estaba muy emocionada, pasabas por Palmas un fin de semana en la mañana y podías ver la enorme cola de gente esperando un lugar. Supuse que tenía que estar delicioso. Sabía que era un lugar de Estados Unidos pero nunca había ido. Me esperé hasta que ya hubiera pasado la emoción y no estuviera tan lleno.
Cuando por fin fui, quedé algo decepcionada. El lugar está padre, como un diner estadounidense, justo el que ves en las películas donde pasa la mesera a servir café ilimitado, que está caliente pero no es tan rico. La comida también es típica de Estados Unidos: huevos, salchicha, tocino, papas hashbrown, todo con mucha catsup y/​o miel. Y lo más tradicional del lugar: hot-​cakes. El menú es grande y lleno de fotos que hacen que todo se te antoje. Los huevos estaban ricos pero nada especia y las hashbrown chorreaban aceite, que a mucha gente le puede gustar pero no es lo mío. Los hotcakes que pedí sí estaban buenos, tenían chocolate encima y además les puse miel. Muy buenos pero eran demasiados. Sigo con la tradición de ese país, las porciones son grandes. En general supongo que entiendo porqué a mucha gente le gusta este restaurante, es el cliché de un desayuno estadounidense, pero yo me quedo con unos chilaquiles y hot cakes mexicanos.

De lo peor, lo mejor. Así es este restaurant que pertenece a una de las cadenas de restaurantes americanas más reconocidas de la última década.
La verdad es que aunque no seas partidario de la comida gringa, este lugar sabe muy bien como convencerte de comer alguno de sus platillos.
Este es un lugar mucho más atractivo por la mercadotecnia que rodea a sus platillos, que por lo que realidad ofrece ya que son platillos que fácilmente puedes preparar en casa y no requieren de una gran habilidad o conocimiento para hacerlo.
Lo mejor sin lugar a dudas son los hot cakes y las distintos jarabes de distintos frutos y o sabores de mapple que acompañan prácticamente a todos los desayunos.
Así pues, este es un lugar familiar y demasiado comercial que vale la pena visitar al menos una vez para deleitar el paladar con lo mejor que hay de la cocina Americana.

La gente se desbordaba de felicidad cuando, IHOP, la cadena de desayunos más famosa de Estados Unidos había por fin llegado a México. Yo jamás olvidaré el día que pise ese lugar. La entrada huele a manteca; como era una apertura reciente hubo un poco de fila para poder entrar a esa cafetería cuya decoración no tiene gracia alguna. Llegó la mesera a pedir la orden y todos pidieron el desayuno que incluía: hashbrowns, salchichas, tocino, huevo y por supuesto, hot cakes para acompañar. He de confesar que a mi la comida gringa nunca me ha encantado, sobre todo la que me asegura un coma diabético; entonces me fui a la segura y pedí una orden de pancakes de blueberry (los más famosos).
Llegó un plato con aproximadamente cinco enormes hotcakes, la verdad es que no es mi tipo de comida en lo más mínimo. Sin embargo, todos mis amigos disfrutaban enormemente de absolutamente todo lo que estaba en sus platos (incluyendo el huevo de color radioactivo). Por lo tanto, creo que si te gusta la comida americana y un gran desayuno que te salve de la cruda, el IHOP es un gran lugar para eso.

Un domingo por la mañana, no sabes a dónde ir pero quieres algo delicioso, que te despierte y que por si fuera poco, te deje un gran sabor de boca. Entonces anímate y ve al Ihop, no te arrepentirás. Pero eso sí: ve con el estómago preparado para comer una bomba, porque las porciones están enormes y no querrás dejar ni una migaja.
En una de las zonas más lindas de la ciudad, Paseo de las Palmas, podrás degustar de los platillos americanos por excelencia. No importa si eliges ir en el desayuno o en la comida, los omeletes son los que no te puedes perder y puedes pedirlos a cualquier hora del día, nadie te verá feo.
Eso sí, tendrás un coma de colesterol después de terminarte uno, ya que la ración incluye dos hot cakes naturales, pero si así lo deseas puedes cambiarlos por alguna especialidad como banana con fresas o blueberry.
Si quieres algo más fuerte, entonces las hamburguesas son gourmet y al verlas te dará más hambre, son simplemente deliciosas. El café, refresco y té helado son refill, ya que no podrás tomar solo una taza, es un golpe sagrado para tu paladar.
Trata de llegar temprano, porque es un sitio muy concurrido y no querrás esperar mucho afuera mientras tu estómago reclama por comida. Aunque mientras llega tu turno, puedes tomar café gratis para aminorar el frío y la ansiedad.
¿Quieres saber cómo viven y comen los americanos? Aquí tendrás la respuesta, un lugar que se ha convertido en mi favorito y que visito frecuentemente, aunque después tenga que ir al gimnasio el resto de la semana.