Es un lugar para investigar, si es que eres curioso como yo. Mientras iba caminando por esta calle, me topé con una placa grande, en la cual venían inscritas unas palabras. Relataban la historia de ese lugar, narrando la historia de una niña que hace muchos años vivió ahí y que solía tocar el piano. Por alguna extraña razón, nunca se volvió a saber de la niña o de la familia que vivía en ese lugar, pero lo que se sabe, es que por las noches se escuchan los pasos acelerados de un niño que corre hacia la sala donde se encontraban los pianos, y que por un momento se aprecia el sonido de un piano. La casa parece abandonada, ya que nadie salió a silencia mi ruido, por más que toqué el barandal con mi moneda, nadie respondió, pero sí te puedo asegurar, que algo extraño yace en esa casita.