El lugar y servicio impecables. Es muy amplio y la decoración es una mezcla moderna/rústica. La especialidad son los cortes. Pedimos unas enchiladas de ‘queso y queso’ que nos encantaron a todos. El Rib Eye teriyaki fue el corte que mas nos gustó. El fondant de chocolate con nieve de vainilla esta fuera de este mundo! El café muy rico.