Martins

Aquí he ido sobre todo con familia para desayunar o almorzar un domingo. Sobre todo iba cuando era niña y era muy común toparte con vecinos o amigos ahí.
La verdad nunca entendí la necesidad de ir ahí todos los domingos, pues la comida se me hacía rica, pero normal. No había nada del otro mundo.
Siempre estaba lleno, pero también rápidamente encontrabas mesa o te asignaban a una.
De mis platillos favoritos eran las enchiladas suizas.

Este Martinis estuvo un buen rato en remodelación y que bueno porque estaba bastante antiguo, pero después del cambio quedo bastante bien.
El Martins es mejor que otras cafeterías de este tipo que abundan en la ciudad, aquí la comida es mas elaborada y las porciones muy generosas.
A mi con el desayuno no me gusta limitarme entonces pedí unos hotcakes con blueberry, están deliciosos y grandísimos.
Otra opción que he pedido menos dulce es la del omelette mixto que esta extraordinario, trae un buen de queso chihuahua, jamón, una papa hash brown y tomate.
De comer hay muchísimas opciones y de cenar también, si buscas un dinner con buena calidad en su comida, ve a este restaurante.

Desde la primera vez que fui al Martins supe que sería uno de mis lugares favoritos. Es un restaurante tipo Vips pero la verdad su cocina es mejor por mucho.
En la carta hay desde pozole y enchiladas hasta hamburguesas. La variedad es brutal. Me gusta mucho para desayunar pues las porciones son bastas y no me quedo con hambre. Los hotcakes son deliciosos.
El único tache son los molletes pues regularmente sirven en casi todos lados lo equivalente a dos bolillos por la mitad haciendo cuatro piezas y acá sirven uno cortado en cuatro… No se vale.

Cuando era niña mi familia iba mucho a este lugar, recuerdo que tenían un bufet de desayuno bastante completo, y con esa idea regresé varios años después.
Me llevé la sorpresa de que ya habían terminado con el concepto de bufet, y ahora solo se pedía a la carta, de todas maneras nos quedamos y que bueno que lo hicimos!
Fue un almuerzo delicioso, yo ordené uno que tenía Chilaquiles y machacado con huevo y bueno. que cosa! Pero sin dudas el protagonista fue el café de olla, lo llevan directo a tu mesa en una prensa francesa y tu mismo te lo sirves, me quedé sin palabras. Un sabor único.
Otra cosa que me agrada del Martins es que conservaron el área de juegos… me puse algo nostálgica por que yo jugué ahi mil veces y ahora llevo a mi hijo! Nuevas generaciones y nuevos conceptos, me encanta este Martins renovado :)