Pastes y empanadas Santa Isabela

Siiiiiiii! este lugar es de mis preferidos para mis ratos de glotonería jejeje los pastes son muy crocantes y cuentan con una amplia variedad de sabores, además hay pastelitos y cupcakes muy monos, definitivamente es como tomarse un respiro por las agitadas calles del centro histórico. la zona no es muy segura que digamos peeeero eso no quiere decir que sea de alta peligrosidad es por eso que les doy 4 estrellitas, pero en general el lugar es muy acogedor y el aroma de las taza de café y el hojaldre recien salidito del horno es la combinación perfecta, no dejen de probar el capuccino de rompope y los pastes con carne y papitas son la especialidad de la casa.

Más allá del paste y las empanadas que puedes encontrar en este lugar, lo verdaderamente delicioso es la estancia. La mejor opción es elegir una mesa en la parte exterior y disfrutar de los platillos dulces o salados, pero con el plus de respirar esa zona de la ciudad que no deja de moverse un solo segundo.
Además de los pastes y las chapatas, también sirven una sopa de tortilla con aguacate y crema muy sabrosa.
Sí, es un poco caro pero vale la pena, por la variedad de platillos y por la ubicación del negocio en sí; a eso agreguen el buen servicio y la rapidez con que llevan los bocadillos a la mesa.
Estar ahí es un lujo por partida doble, no se van a arrepentir.

Este lugar queda justo de frente a la Universidad del Claustro de Sor Juana, su especialidad son los pastes y las empanadas dulces y saldas; aunque yo siempre compró una rica ensalada que venden con pechuga de pollo, mi amiga prefiere pedir pechuga en salsa de mango, la cual también sabe deliciosa
El dueño del lugar es un señor bastante amable, al inicio me desesperaba un poco la manera en que daba el servicio, pero entendí que era una persona bastante perfeccionista y cuidaba mucho los detalles. El sabor de la comida es realmente bueno y las porciones que sirven son las adecuadas para satisfacer el hambre. Si vas sólo caminando por el centro, este lugar tiene un ambiente cómodo para comer solo, en cuanto al precio, si es un poquito elevado, pero finalmente vale la pena pagarlo, por la atención y la higiene del sitio.

Así como tengo mis tres lugares para tacos al pastor, también tengo mis tres lugares para hamburguesas. Una de las mejores Angus la encuentras aquí. El pan es hecho especial para la casa y está recubierto de ajonjolí. Se sirve con papas a la francesa. Las aguas frescas y de sabores exóticos son muy buenas también
El lugar es propiedad de un amigo escultor. Podrás encontrarte a León preguntando si todo está bien o te hace falta algo. El lugar es cálido y agradable para pasar a desayunar o almorzar durante un recorrido por el centro.

Atrás del Claustro de Sor Juana, en la esquina de la calle de San Jerónimo, se ubica este restaurante cuya especialidad son los pastes y las empanadas, aunque su carta es demasiado completa, pues incluye diversos platillos.
Cuando vengo a este restaurante pido una hamburguesa, la cual te pueden servir con papas o con ensalada, según lo prefieras, además, la pechuga en salsa de mango, también es riquísima.
Su carta de postres y de bebidas también es muy completa, puedes pedir un té, jugos o algún refresco.
La atención es excelente y los alimentos bien servidos, verás que no te arrepentirás si pasas por aquí y te atreves a probar algo de este lugar.

Un excelente lugar para ir sólo o acompañado. Te sientas en una de las mesas con vista a la calle y puedes disfrutar del paso de la tarde, ver a la gente correr o caminar, observar la vida en el centro de la Ciudad de México.
Venden café y tes, pero también tienen un buen menú de comida: carnes, sopas, pastas, empanadas y pastes, para beber los smoothies, malteadas y refrescos son algunos ejemplos.
Los precios son un poco elevados en comparación con otros lugares similares, pero la atención, limpieza y presentación de lo que comes te sorprenderá.
Quiero destacar la presentación porque cada que voy me sorprende como es que el chef acomoda muy elegante todo lo que te sirve, los colores y texturas sorprenden a la vista y el sabor no defrauda al paladar.
El dueño casi siempre esta presenté y al pagar en caja te pregunta tu grado de satisfacción.
Tienen un menú un poco más económico por sí pides la comida del día.