Las Crepas Bosques

Aquí pase buena parte de mis tardes/​noches de la prepa, ya que soy adicta a las crepas de Nutella.
Es un clásico para todos los de la zona, y son muy pocas las personas que nunca pisaron este establecimiento. Además, si ya estas harto de todos los bares que han abierto últimamente en la zona, este es uno de los pocos que, aunque vende cerveza, ha mantenido su local fresco, sin problemas y tranquilo.
El lugar es perfecto para ir a tomar el café o la cerveza con los amigos, los viernes y sábados por la noche tocan trova, y atienden bastante rápido. La atención es super amable y tienen excelente memoria de quiénes ya han parado ahí en más de una ocasión.

¡Hey, tú! ¿Eres fan de las crepas… Si es así, entonces tienes que darte una vuelta por este lugar.
Después de ver el menú, tal vez te tome un poco de tiempo decidir de qué la vas a pedir porque todas se te antojan, pero al final, la que pidas te va a encantar. Yo te recomiendo la de nutella (mi preferida por siempre).
Alrededor de las 7pm, casi siempre hay un chico, Eddie, que presta su voz y acompañada de su guitarra para inyectarle un ambiente bohemio al lugar, ya sabes, trova, baladas y una que otra sugerencia melosa de alguna mesa noviera.
Aunque la especialidad son las crepas, tienen un menú amplio para todos los gustos y la chela es muy, MUY barata… ¡¡$ 15 pesitos! Eso sí, tienes que consumir algún alimento para que te la puedan vender (no sea que se te vaya a subir por no comer).

¿Se les apetece una orden de alitas a la bbq, una cerveza súper fría (ésta a tan sólo quince pesitos) y una banda de música en vivo tocando para ustedes? Bueno, pues si la respuesta es afirmativa, entonces deben ir a Las Crepas Bosques.
El lugar está muy tranquilo, pueden olvidarse de la inseguridad y situaciones adversas; al entrar dedíquense a disfrutar del buen comer acompañado de una amistad o la novia, o tal vez la familia; no importa, el espacio está muy bien par que pases el rato como lo decidas.
En su defecto, si no pueden vivir el rico sabor en el lugar y si se volvieron fans de algún platillo de ahí, como lo son los burritos, las hamburguesas, las ensaladas, las enchiladas o lo que sea, entonces tienen la opción de pedir a domicilio.
Ah, por cierto, ¡pidan una crepa!!!

De los pocos buenos lugares que han sobrevivido al tsunami de bares que nos aqueja en la colonia, este lugar conocido como las crepas de Las Ranas (aunque ese no es su nombre) es punto de referencia para todos los vecinos. Abiertas hace más de 15 años, las Crepas Bosques han visto crecer a su clientela que continúa llegando para reunirse con amigos de la adolescencia o con el novio para escuchar la trova, pues este lugar es más bien para chavitos ñoños de entre 13 – 17 años que no gustan de las nuevas modas (léase reggaeton y destrampe), y a los que incluso llevan los progenitores, así mientras las madres se sientan en una mesa aparte sus vástagos piden crepas y malteadas, que a decir verdad todo está muy bueno y barato, no en vano su éxito. Definitivamente una opción tranquila, así que si lo que buscas es fiesta y ruido mejor abstente de entrar a esta serena crepería.

Si deseas pasar una noche tranquila, no dudes en acudir a Crepas Bosques. Es un lugar cálido, con mesas de madera y decoración hogareña. Todas las noches trovadores amenizan la velada, en una ocasión escuché ahí a un guitarrista de flamenco que tocaba fenomenal. El servicio es eficiente, aunque a veces es un poco lento, pero si lo que quieres es platicar con calma, las Crepas Bosques son el lugar ideal.
Un pequeño detalle es que la cerveza se vende únicamente con alimentos, pero lo compensa el bajo precio de la cerveza, que en ciertos días cuesta sólo 15 pesos. El café también podría mejorar, un mejor grano de café bastaría para hacer de este lugar un buen refugio. La crepa de cajeta suele ser una excelente opción. Buen Provecho.

Las Crepas de Bosques «Crepps Bosques» es uno de esos lugares que visito y siempre me trae buenos recuerdos… Recuerdo que la primera vez que visité las Crepas de Bosques, fue cuando tenía como 13 o 14 años, ya sé, eso apenas un par de años.
Aún recuerdo que fue una de mis primeras salidas a la calle «solito» con mi hermano y una de mis mejores amigas, esas primeras salidas de pubertos, íbamos los tres chamacos felices de que nos dejaran salir solos por vez primera a un cafecito. Las crepas de nutella, cajeta, fresa y zarzamora con una bola de helado y los frappés, las malteadas de chocolate, fresa y vainilla, son sabores que diez años después los siguen conservando.
En el lugar se aprecia una tranquilidad y buena vibra, los días viernes y sábados hay un trovador que ameniza la tarde-​noche y hace pasar una rato ameno. Aunque el lugar no es muy grande, tiene lo suficiente para poderla pasar a gusto y sentirte como en casa. El lugar es visitado por personas de todas las edades y los precios son accesibles, así es que ¡visítalo, te gustará!
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