Tacomiendo

No gusta que todos los días que paso, algún taquero o mesero me acose o diga algo inapropiado cuando voy con mi bebé.
Definitivamente, no me he parado en años a comer ahí porque me siento cosificada diariamente.

Cuando pasas por este lugar llama mucho tu atención su enorme trompo de pastor situado en la calle. Claro que no sería una taquería que se respeta si su trompo estuviera en dentro. Frecuentaba Tacomiendo (que nombre) ocasionalmente porque trabaje mucho tiempo a tan solo 2 cuadras de esta taquería.
Debo decir que sus tacos al pastor son bastante buenos, de lo mejor que puedes encontrar por aqui. Lamentablemente los demás tacos no estan a la altura de su megatrompo y se quedan cortos. Aunque el lugar esta bien y el servicio es bueno, es cierto que sentarse ahi es incomodo. Por lo demás es muy recomendable irte por unos al pastor si tienes antojo o si vas regresando de la fiesta,

Sigo con mi búsqueda de los mejores tacos al pastor de la ciudad, los de Tacomiendo se han colado en un buen lugar en mi corazón.
Además, siempre me traen buenos recuerdos.
Los tacos de Tacomiendo son los típicos tacos a los que vas después de una noche de parranda.
Así que te van a saber deliciosos.
Lo que más me gusta del lugar es que como son tacos chiquitos, pues está buenísimo para pedir 8, 9 ó 10 sin remordimiento.
La atención es rápida considerando el número de clientes que suelen tener, sobre todo a eso de la 1 ó 2 de la madrugada.
Son tan clásicos para esa ocasión que sus refrescos son de botella de vidrio, como debe de ser en las taquerías que se respetan.
Parada obligatoria después de una noche de fiesta, después cada fin de semana vas a repetir, yo sé lo que te digo.
Mi único «pero» es que el guacamole, pica. WHY, EL GUACAMOLE? Por lo menos que hagan dos versiones, picante y sin picar.

Soy amante a los tacos al pastor y sin duda estos son de mis favoritos en Oaxaca, podrían ser perfectos pero sus salsas son muy picantes y sin sabor.
¿Mides más de 1.70 m? Ni se te ocurra comer en el establecimiento, ya que cuentan con mobiliario súper pequeño, con banquitos casi de 30 centímetros y mesitas para los enanitos de Blanca Nieves, lo más incomodo que pueda existir para las personas altas.
Mi punto favorito de este lugar es que podrá haber mucha gente, pero siempre entregan a tiempo y te atienden con calidad y rapidez.

Esta taquería es una de las que más me acuerdo cuando pienso en comer tacos al pastor y es que tengo un amigo que deliraba por los tacos de este lugar, era súper aficionado. Casi todas las noches nos insistía en ir a comer unos taquitos y de paso pedía alguna orden para llevar a su casa, ya que aseguraba que a su familia también le encantaban.
Por él probé las quesadillas con carne al pastor que sirven en este lugar, que la verdad me parecen muy buenas, casi siempre que voy pido una o dos y con eso tengo. También puedes comer tacos de chorizo, de bisteck o de chuleta con quesillo, están bastante aceptables. De beber, además de refrescos, tienen café de la olla o un atole de arroz que, en época de frío, como cae bien al cuerpo.
Actualmente ya no acudo a esta taquería con tanta regularidad como lo hacía antes porque mi amigo ya no vive en Oaxaca, pero antes de irse comentó que algo de lo que más extrañaría serían los taquitos del Tacomiendo… para mi gusto es un tanto exagerada esta expresión, porque cierto que están buenos, pero si yo me mudara de ciudad, no creo que los taquitos de este lugar serían lo que tuviera en mente antes de irme, pero bueno, cada quien.

Les voy a confesar un secreto, no me lo van a creer… pero todavía recuerdo la primera vez que probé un taco al pastor… y aunque me da pena admitirlo, ya estaba bastante grande, tenía por lo unos 14 años: aún lo recuerdo y lo saboreo, y el lugar en donde ocurrió este suceso tan importante en mi vida fue en «Tacomiendo». Así es, este localito de tacos fue testigo de un suceso tan importante y obligatorio en la vida de todo mexicano: su primera vez comiendo tacos. Este lugar ha crecido y crecido desde que comí ahí por primera vez, sus tacos se han hecho muy populares, al grado que ahora cuando vas tienes que ser muy afortunado en encontrar mesa, o estar dispuesto a esperar unos minutos.
Los tacos están muy bien servidos, así como los alambres. La verdad es que todo ahí me gusta mucho, las aguas, el atole, las quesadillas (con quesillo derretido y tortilla de harina, un super hit), pero lo que mas me late son las salsas. Éstas son super picantes y les dan una sazón increíble. Yo soy muy salvaje y el nivel de picor que aguanto es como de doctorado, pero les recomiendo que tomen sus precauciones antes de emocionarse echándoles salsa, les habla la voz de la experiencia.
Los precios antes eran muy, pero muy baratos pero lógicamente con el paso de los años han ido aumentando poco a poco, aun así me parece que son todos los precios son más que justos. Eso sí, en una tarde o noche ocupada el servicio no es rápido, así que ármense de paciencia y les prometo que habrá valido la pena.

De los mejores tacos al pastor que yo he probado en Oaxaca.
Típico que después de la fiesta rumbo a casa los compañeros de farra dice– vamos a Tacomiendo por unos tacos–
Abiertos hasta muy tarde siempre con el buen sazón y las buenas salsas. Recapitulando un poco, para mi son indispensables las salsas que acompañen a los tacos porque es casi imberosimil comer un taco sin salsa cosa que también es un riesgo porque puede que eche a perder la buena carnes si es que esta llegara a existir.
El atolito también es muy bueno, el típico de arroz. Vale la pena que experimentes esta lugar después de la fiesta sobre todo para degustas de la forma más común los productos de este lugar. ;)

El tacomiendo es una fiel recomendación de un amigo que tenía en el trabajo. Y después de una jornada larga y cansada, no caen mal unos tacos al pastor o unas gringas de tacomiendo. Son muy ricas, pero no abuso de ellas, porque si tienen una consistencia grasosa, que sinceramente al día siguiente mi estomago me reclama. Así que con dos tacos o una gringa ya estoy servida. Lo que me limita a disfrutarlo como debería ser, es que el guacamole tiene picante, eso para mi es como, si a un vegano le echaran queso a sus frijoles, como si a un carnívoro le dieran carne de soya. Es horrible porque no disfrutas igual, tu comida. Me armo de falo y le hecho guacamole pero tengo que exprimir como 10 limones para que no salive tanto, porque me enchile.
Te recomiendo te sientes en la parte de adentro, porque las corrientes de aire están a la orden de la noches y en los banquillos de afuera, te dará mucho frió. Los asientos no son nada cómodos, son bien chaparritos, pero están hechos así para que entren más mesas.
Su atole de arroz, es muy bueno, soy de esas personas raras que cena tacos con atole. Mi novio le entra sabroso a los alambres, la verdad están bien surtidos y no están nada mal. La chistoso es que su carne es muy naranja, así que psicológicamente hace que pidas más jaja.

Amig@s no se si han notado pero a este lugar parece que les gusta el color naranja ¿verdad? tanto que la fachada y la parte interior y hasta la vestimenta de los meseros es en este color muy llamativo, aunado a las grandes lamparás que desde lo lejos lo puedes identificar rápidamente.
Dicen que el color naranja te motiva inconscientemente a seguir comiendo más, pero bueno, en este lugar el sazón de los tacos y la condimentación perfecta de la carne, sus salsas y guacamoles son exquisitas, eso sí, les recomiendo probar antes las salsas porque para los que no comemos picoso hasta podemos sufrir algún incidente, puedes pedir los tradicionales al pastor, de chuleta, combinados y los alambre son deliciosos, y los acompañas de un agua fresca o tu refresco preferido, así que amig@s disfruten de los tacos.

Una noche de fiesta no puede terminar bien si no terminas comiendo unos tacos y que mejor manera que ir a tacomiendo y pedir unos al pastor con su salsa verde, su piña y un poco de pico de callo y pa’ dentro, de solo decirlo ya me los ando saboreando pero es mala hora para ir por ellos.
No conozco otro lugar que sirva tan bien los tacos al pastor y ustedes perdonen que solo hable de ellos pero son fan de la carne al pasto por lo que no he probado otra cosa de este lugar.
El tamaño de la tortilla de estos tacos es chica por lo que con uno no te llenaras, menos con dos, ya a partir del quinto como que empiezas a agarrar calor y a lo mucho he llegado a los ocho y para tomar una coca bien fría y a dormir.
Te los recomiendo si ya pasaditas las 10 de la noche traes hambre y lo único que quieres algo bien picoso y bien servido.

Cada taquería tiene su fuerte, algunas son económicas, otras tienen el mejor pozole, unas más tienen una exquisita carne al pastor, muy bien, yo me declaro una fanática de los alambres de esta taquería. Pero a ver, tengo que ser honesta, yo no sé si ha sido también las circunstancias en que he comido estos tacos, casi siempre he estado súper hambrienta, muy contenta y ha sido más una casualidad que he comprado taquitos aquí que otra cuestión, les explico, mi esposo trabaja muy cerca de esta sucursal de Tacomiendo y por alguna razón, en ocasiones he pasado por él y he tenido alguna razón para «celebrar» así que compramos algunos taquitos que mezclados con la compañía, el pretexto de la compra y la mezcla de ingredientes de sus alambres, tenemos una experiencia fantástica comiendo tacos.
Ahora súmenle que en la taquería siempre han sido muy atentos y rápidos (aunque las sonrisas no son lo suyo), son generosos con el guacamole (este punto es IMPORTANTÍSIMO para cualquier taquería según yo), lo mismo con las salsas y entonces el resultado es: una muy buena cena en un día cualquiera.
Esta sucursal es bastante visitada y el espacio es muy pequeño, así que tómalo en consideración, como casi en todos los lugares en los que el lugar no me convence, prefiero pedirlos para llevar, no tengo queja alguna, siempre los alistan perfecto, las tortillas aparte, los alambres bien forrados con papel aluminio, de tal forma que al llegar a la casa: todo está impecable y es momento de devorarlos frente a la televisión, con un café de mi cafetera, en el calor y comodidad de la casa, sonrientes por algún motivo en particular y un nuevo recuerdo bello creamos, frente a estos taquitos tan sabrosos.

Recuerdo que en las noches de fiesta durante la universidad, este era el lugar en donde hacíamos la ultima parada antes de dirigirnos a nuestras casas. Este negocio lo distingues desde cuadras antes porque tiene unos mega focos ahorradores que iluminan muchísimo en la noche y además, todo el local es color naranja (hasta los taqueros traen mandil naranja), así que no hay mucho pierde.
Su especialidad son los tacos al pastor, sin embargo tienen otras variedades que van desde los clásicos tacos de bistec, hasta los alambres con o sin queso, algunos con nombres medio chistosos.
El servicio es en las mesitas que tienen en la banqueta o en un par que tienen dentro del local, para mi es más agradable en la banqueta porque es más fresco y los meseros atienden igual en cualquiera de los dos sitios. Sus salsas no son espectaculares, pero he notado que en este lugar le ponen chile al guacamole, así que si no comes picante o llevas a un pequeñín debes probarlo antes para cerciorarte si está comible.
El lugar está abierto hasta las dos de la mañana y en esa calle el ambiente es muy tranquilo, sumado a que a esa hora puedes estacionarte sin problemas afuera del local.

También conocidos como «los anaranjados», pues el tanto el color de la fachada como de parte de la indumentaria de los meseros y claro, del trompo de carne al pastor, que es el fuerte de esta taquería.
Además de los ya clásicos tacos al pastor, hay también de bistec y chuleta, que puedes pedir «sueltos» o en orden de cinco, y si estas con ánimo de probar algo más, hay otras especialidades, como los alambres y otras combinaciones, como el «hawaiano», que además de carne al pastor, también lleva jamón, piña y quesillo
Si andas por estos rumbos, este lugar es una buena opción, además de que cierran tarde, recuerdo haber cenado aquí a eso de las 2 de la mañana. Ah, una sugerencia, prueba el guacamole antes de echárselo a los tacos, en ocasiones le ponen chile y llega a picar más que las mismas salsas