Templo de San Juan de Dios

El templo ha tenido varias construcciones a lo largo de los años, la primera causa por porque se destruyó a causa de los temblores, como bien se sabe Oaxaca es una zona sísmica y constantemente las placas tectónicas chocas y provocan movimientos o sacudidas fuertes en todo el Estado. La Orden de Hospitalaria de San Juan de Dios, que se dedicaba a cuidar enfermos, fueron los que volvieron a levantarlo y le agregaron un convento, más tarde se le anexó un hospital y un huerto. Nuevamente volvió a caer en ruinas después de un fuerte incendio y lo volvieron a construir. En la actualidad sólo está el puro templo con su fachada neoclásica y una pequeña torre para las campanas, lo que era el convento y el huerto, son ahora el mercado 20 de Noviembre (donde están las carnes asadas)
Un detalle importante de este templo son los cuadros que tiene a lo largo del techo y en las paredes donde podrás apreciar la rebelión de los indígenas serranos de Cajonos, el descubrimiento de la Cruz de Huatulco, el bautizo de Cosijoeza el último Señor zapoteca, a Fray Bartolomé de las Casas, una escena de la primera misa realizada en Oaxaca a la orilla del río Atoyac y que se supone es el lugar donde esta construido el templo.

En vísperas de semana santa andaba por esta zona, simplemente turisteando con mis papas que estaban de visita… cuando pasamos por aquí algo que leí del calendario de semana santa donde ponían lo del viacrucis, el lavado de pies, la resurrección y esas representaciones y misas para recordar a Jesús en estas fechas llamo mi atención y me percate que era un templo, la verdad nunca lo había visto en los 3 años que llevo en Oaxaca, así que con más razón entré a conocerlo para ver de qué me había perdido y claro para pedir mi deseo… tengo una creencia de que cada que entras a conocer un templo tienes que pedir un deseo al santo o cristo que tienen en el altar, así que no pierdo esa oportunidad! y mi mamá también andaba preguntando sobre un cirio que quería encender el sábado de gloria.
El lugar es muy pequeño, casi como una capilla y se nota que es muy muy antiguo, tiene bellas pinturas en sus paredes y techo que podrás contemplar, porque son grandes. Te invito a que cuando visites este sagrado recinto y lleno de mucha historia, te dejes empapar por cada una de sus pinturas y descubras la narración de lo que nos quieren contar con su imagen, como la llegada de los Españoles a Huatulco, el bautizo del último Emperador Zapoteca llamado Cosijoeza.
Yo entré por una puertita de su costado, pero salí por la entrada principal, para ver la fachada, la cual me impresionó con su belleza, es de cantera verde y le da una figura cuadrada con terminación en triángulo, con un bello campanario en color guinda que le da el contraste a la cantera y resalta padrísimo!

Cuando andamos buscando lugares con bastante historia muchas veces nos olvidamos de templos que comercialmente hablando no son tan famosos. Esto es lo que sucede con esta iglesia que es muy poco conocida a pesar de gran historia que alberga en su interior. Sucede que fue esta la primera iglesia de la ciudad y donde se llevo a cabo la primer misa. En sus paredes y murales están algunas obras representativas de varios de los hechos más importantes que ha vivido este templo.
Son muy pocas las veces que he entrado a este lugar y lo que más me llamo la atención de aquí es que a diferencia de las otras iglesias de la ciudad ésta luce un tanto descuidada. Desde mi punto de vista la hacen más interesante porque sigue conservando todo ese encanto con el que fue construida en su inicio. Es una buena forma de conocer las instalaciones de nuestros antepasados con historias que se han vuelto tradiciones y que muchas veces no sabemos de dónde vienen o como se originaron.

Es la iglesia más underground de toda la ciudad… y por eso mismo es mi favorita, eso es lo que vuelve a este templo encantador.
La verdad es que no recuerdo como llegué ahí, ya que está imposible ponerle atención entre tanto caos que la rodea, pero bueno, desde el primer pie que puse dentro me encantó.
Y es que es una iglesia con muchísima historia, que va más allá de lo religioso, sino que más bien es sobre la historia de Oaxaca en sí e incluso del país.
Por visitarle me enteré de la existencia de Donají y me interesé en saber toda la historia de lo que pasó. Pocos lugares lograr que te intereses en cosas de una manera tan sencilla.
Aunque suene un poco raro, este sitio me gusta porque está descuidado, pero creo que eso es parte de su encanto, es como ver la historia que tiene y que representa sin el maquillaje que se da a otros lugares turísticos, ya que aquí cada marca que tiene es una parte de historia.
Vale mucho la pena ir a visitar el templo y conocer sobre él. seguro que la próxima vez valoras más cada que pases por ahí.

He visitado varias veces este templo, muchos me han dicho que el templo que existe actualmente no es el original ya que por cuestiones geográficas y ambientales se deterioró y que ha tenido varias remodelaciones pero aún así es un templo chiquito pero bonito.
Lo triste de visitar este lugar es que te puedes dar cuenta que esta un poco descuidado ya que hay mucha basura en la entrada y algunos vendedores que no te permiten una estadía tranquila.
De ahí en fuera tiene unos murales bonitos que están a lo largo de todo el templo, desde la entrada hasta el altar el cual tiene unas decoraciones bastante llamativas, puedes asombrarte con algunas imágenes ya que son bastante explícitas y vale la pena admirarlas pues tienen una historia que contar.
Si te encuentras cerca del mercado 20 de noviembre te puedes dar una vuelta por aquí, no pierdes nada.

Cada iglesia de la ciudad goza de su propio carácter, siempre me ha parecido que esta pequeña iglesia ubicada entre los dos mercados del centro, Benito Juárez y 20 de noviembre, es uno de los que gozan de un estilo sencillo y que su carácter es de invitación y bienvenida sin grandes pretensiones.
Tiene dos pequeñas puertas y un altar que logra imponer respeto. A diferencia de otros templos, su entrada es pequeña e inmediatamente después están las bancas de madera y posteriormente el altar que siempre luce tan listo y preparado, el olor de las velas encendidas es placentero mezclado con el olor a la madera de las bancas y una especie de humedad que recuerda a las casas de antes.
Si deseas visitar este templo deberás hacerlo caminando, ya que la zona es difícil para estacionarse.

Es probablemente un templo que no parece importante, y los visitantes lo pasan sin considerar valioso entrar, pero es de suma importancia para la historia de Oaxaca.
Fue la primera catedral del estado y tuvo gran importancia en la evangelización de la Ciudad y el inicio de la iglesia católica.
Lamentablemente la zona sé ha convenido en un caos y este templó se encuentra casi rodeado de laminas, lonas y vendedores.
Vale la pena entrar y observar los óleos que alberga este templo, muy bien conservados gracias a su altura.

Arquitectonicamente no es una gran pieza. En realidad, la importancia de San Juan de Dios radica en su historia, ya que fue la primera catedral de Oaxaca. Ha sufrido daños con el paso del tiempo, como incendios, terremotos y la mano misma del hombre, en conflictos como la Reforma.
Es por eso que San Juan de Dios es la única iglesia de Oaxaca que tiene un techo de lámina (esto sólo lo descubres si la ves subido a alguno de los edificios vecinos).
En el interior hay pintuiras de gran valor, mandadas a hacer por Elogio Gillow (gran benefactor oaxaqueño). Está, por ejemplo, representada la historia de los mártires de Cajonos. También se narra el bautizo de Cosijoeza y lo sucedido con la Cruz de Huatulco.
En cuanto a fiestas, las principales de este templo son la del Señor de las Misericordias, el primer viernes de cuaresma, y la de San Rafael Arcángel, el 24 de octubre.
Sin duda una iglesia que hay que visitar.

Este templo es muy especial en Oaxaca y es que muy pocos saben la historia pero a continuación les hablo de ella.
El templo de San Juan de Dios fue el primero que se generó en Oaxaca y ahí se dio la primera misa por ello es necesario valorar la importancia cultural y seas o no creyente hay que respetar.
Al entrar encontrarás una historia narrada en la pared pues se puede ver la cabeza decapitada de una Oaxaqueña llamada Donají y tiene armas zapotecas, también se ven símbolos eclesiásticos.
Se necesita saber un poco de historia para comprender esto así que se los dejo de tarea y disfruten de el arte que contiene este templo.

Escondido entre los puestos ambulantes y un tanto olvidado por el lugar en el que se sitúa — entre los mercados 20 de noviembre y Benito Juárez– este lugar ha existido –con sus cambios a través del tiempo– desde los orígenes de la ciudad misma, claro que lo que vemos ahora data de finales de siglo XIX, pues el templo y el convento fueron destruidos por un incendio, tras lo cual la parte del convento se comenzó a utilizar como mercado –mismo que es motivo de otra reseña-.
Tal vez debido a su austeridad, no representa un destino turístico obligado como es el caso de otros templos –Santo Domingo, por ejemplo-​, sin embargo bien vale la pena ir y darse una vuelta por este lugar lleno de historia.