Esta pequeña pizzería se encuentra ubicada a la salida del pueblo rumbo a Huatulco, es un lugar sencillo pero muy agradable, es un oasis en el desierto ya que en este pequeño pueblo hay muy pocas opciones para comer, al parecer el señor trabajo mucho tiempo en Chicago y el concepto de pizzas lo trae de allá, incluso tienen un horno enorme padrísimo que podría estar en las mejores pizzerias y que al parecer lo trajo de allá, manejan varias especialidades y todas están buenísimas, la pasta es delgada y crujiente, el lugar es atendido por sus propietarios que son muy amables. La casa de la empresa, en la que vivía esta a escasos cien metros de esta pizzería, y a veces me organizaba con mis compañeros de trabajo para encargar unas pizzas, la señora siempre fue muy amable, levantaba nuestro pedido y salían caminado a llevárnoslas o nosotros pasábamos por ellas, en la actualidad vivo en oaxaca, pero continuo trabajado en la zona, y cuando mi esposa tiene antojo, de repente me encarga esta deliciosa pizza traída desde Ocotlán.