Esta antigua cafetería ya es un emblema turístico que no puedes dejar de conocer en tu visita por Orizaba. Sus instalaciones forman parte del palacio de hierro que como muchos saben fue traído desde Bélgica y ensamblado ya en su lugar actual, con una antigüedad de más de un siglo de años, el gran Café de Orizaba es un ícono importante de la ciudad, por lo que históricamente hablando es un gran tesoro a nivel nacional. Sin embargo, no por eso menos importante… Hay muchos aspectos a mejorar en cuanto al servicio, que por cierto: es pésimo!, te atienden mal y con indiferencia, los precios de la carta no coinciden con los de la cuenta porque no están actualizadas y esperan que el cliente simplemente ya lo sepa o se lo imagine. En cuanto a los sanitarios, se comparten con todo el castillo, que es aparte de museo, el ayuntamiento de la ciudad. ¿Como puede suceder algo así en un lugar de alimentos y bebidas?, es inaceptable. Otro aspecto incómodo es que no aceptan tarjetas de ningún tipo, la razón… No tienen siquiera terminal, por lo que tener un negocio de este tipo y encima que es turístico, es algo muy desfavorable para el mismo y un gran inconveniente para los clientes. En cuanto a la comida, hay desayunos, comidas y cenas. Barra de cerveza y coctelería, postres y una gran variedad de cafés e infusiones, también se vende café recién tostado y molido para llevarte a casa.