En ocasiones de nos antoja un lugar para sentarnos a tomar un café y que nadie nos moleste. En Puebla hay miles de cafeterías pero Café Colibry me encanta porque es muy muy pequeña, cuenta apenas con 3 pequeñas mesas y la verdad eso hace de ella un lugar íntimo. Santiago el chico que te atiende se encarga de darte el ambiente que necesitas, te pregunta desde sí quieres alguna revista de moda, política, sociales, un libro o un periódico hasta como quieres la luz y sí deseas música y que tipo. Para quienes desean ir en grupo hay una pequeña terraza donde se puede platicar muy a gusto. Cuando vayan les sugiero pedir un capuchino frío con cajeta y el pay de frutas rojas son extremadamente deliciosos.