Llegas a Cantoya y por todas las mesas ves Shishas. Claro, las sishas de unos añitos para acá, se pusieron de moda, pero parece que aquí en Cantoya, la moda se instaló como parte central de su carta. La comida, buena. Más para un bocadillo o snacks. Aquí ves gente con el pelo pintado de colores y hartos piercings(para variar). ¿A poco una cosa va ligada a la otra?, según yo no, ¿verdad?. El lugar también es al aire libre. Parece que aquí en Cholula, lo que se busca es libertad, o más profundamente: liberar. El ambiente no se siente tan divertido. Simula más un aire de intelectualidad.