Literal es un pequeño cerro, lo atractivo es la vista hacia Puebla y lo mejor es que cuando está despejado se aprecian los volcanes Popocatepetl e Iztaccihuatl. En la parte más alta se encuentran los restos de lo que era una pequeña iglesia, son una especie de ruinas entre maleza que sacan del anonimato al cerro. Una amiga que vive muy cerca de ahí acostumbra salir a correr y como parte de su rutina deportiva es subir corriendo. Alguna vez que me quedé dormida en su casa la acompañe junto con su hermano a hacer ejercicio en aquel lugar. Pocos conocen de su existencia, mismos que lo consideran suyo.