Me sorprende la capacidad que tenemos los mexicanos de llenar las calles de una colonia, fraccionamiento o barrio de un sin fin de antojitos para consentir al paladar. Esto es lo que pasa en el fraccionamiento de Rincón Arboledas. Muy cerca de la caseta de vigilancia, está este puesto de crepas. Puedes pedirlas dulces o saladas y debo decir que son ricas. El precio cae dentro del estándar en cuanto a este tipo de alimento pero lo mejor del lugar es la atención que tienen contigo. Puedes tomar a este establecimiento como un sitio en donde puedes, además de comer algo rico, echarte una buena plática con el señor que atiende. En una de las ocasiones en las que visité Crepas Rouge, el señor me contó que el concepto lo creó su hijo que es chef. Tienen otros carritos distribuidos en la ciudad y él, noche a noche, cuida éste en específico. Si vives en este fraccionamiento resulta una muy buena opción para la cena.