Gorditas de la 21

Estas gorditas son milenarias, las conozco porque viví por el rumbo.
Desde que estaba en primaria recuerdo que ya existían, comenzaron con un pequeño puesto, después les dieron chance en un zaguán y ya tenían unas cuantas mesitas y despúes más mesitas hasta que porfin ya cuentan con un local.
Estas gorditas las conocemos en la casa como las infladas, son mas o menos como jarochitas pero sin relleno, y la masa es muy ligerita como de molote y por eso se inflan parecen globitos, ya cuando les pones la crema y la salsa se bajan.
Como ya creció este lugar, ofrecen desayunos más completos, café, postres y hasta comida, pero sin duda tienen que probar las gorditas que es su fuerte y por lo que la gente va.

Uff las mejores gorditas jarochas de Puebla son realmente deliciosas lo mejor es que te ponen la crema, cebolla y salsas para que tu le pongas la cantidad que quieras y los molotes aunque no son los originales molotes poblanos son realmente buenos pídanlos de quesillo

Este negocio me trae gestos recuerdos de mi niñez, ya que cada domingo toda la familia acostumbraba desayunar en este local, bastante acogedor y que desde unos pasos antes de entrar te llega un olor delicioso. Hay un menú muy variado, todo enfocado a antojitos mexicanos, los molotes no son muy grandes, pero curiosamente sí muy llenadores. Las tostadas de pata son bastante populares y las de pollo y carne no se quedan atrás. Incluso tienen un menú excelente para curar la resaca, mole de panza bien picosito y caliente, pozole de cabeza, chanclas que vienen en pareja y no te dejan espacio para más. Algo que debo recomendar mucho a las personas que gustan de lo picante son los molotes de camarón enchipotlado, una gran especialidad y no se queda atrás las famosas jarochitas, bien infladas y doraditas. Pero no todo puede ser perfecto, de ultimas veces que he visitado el lugar me ha molestado mucho el hecho de que se tardan demasiado en atenderte, es muy recurrente el lugar y muy poco el personal, entonces confunden las órdenes y tienes que estar recordando continuamente tu orden, pero fuera de eso la comida es genial, si buscan un lugar para desayunar rico, y no quieren gastar mucho, esta es una excelente opción familiar. No tiene estacionamiento y a veces es difícil conseguir lugar para estacionar, hay que considerar eso

Uno de los mejores lugares para desayunar o comer antojitos, tienen las tradicionales gorditas infladas, que son buenisimas, también tienen mole de panza para la cruda y molotes. El lugar es muy limpio y la atención es excelente. Cuentan con una sucursal en Zavaleta entre camino real y la 25 pte donde esta una gasolineria

Excelentes para desayunar. De tanta gente se olvidan a veces de los pedidos pero fuera de eso, se come muy rico!

Antojitos y muy mexicanos!!! La especialidad de la casa y la que lleva el nombre son las riquísimas gorditas, pero si ya andas con mas hambre un mole de panza, unos molotes, unas tostadas acompañados de atole o café muy buena elección

En Puebla por comida no paramos, dificilmente podrás seguir tu dieta al pie de la letra, ahora toco el turno de unas buenas gorditas, para todo buen garnachero estas gorditas tienen que pasar por su control de calidad.
A mi sinceramente me han gustado, son llenadoras y además me parecieron económicas, bueno en realidad este tipo de alimentos siempre resultan una buena alternativa para cuando tienes poco tiempo y dinero en el bolsillo.
Me salvaron la vida por que además de sabor son excelentes. También este tepo de comida resulta para mi un acercamiento más profundo al reconocimiento de la gastronomia de un lugar.

Es un lugar muy tradicional, aunque puedes encontrar gorditas por cualquier lado, no hay comparación con las de aquí. Es un buen lugar para desayudar, aunque eso sí, si eres de los que hacen dieta, no es recomendable, pues todo lo que venden tiene grandes cantidades de grasa, porque hay quienes limpian con una servilleta los residuos de grasa que hay en molotes y no están divertido, porque casi casi quieren exprimirlo.
El lugar no es tan pequeño, pero la mayor parte de las veces que he ido, siempre esta lleno, y eso sí, a que esperar un poco, pero el suficiente.
Puedes comer muy rico, y barato sobre todo, si les gustan los molotes, prueben los de camarón enchipotlado, son deliciosos o las gorditas infladas con salsa negra de chipotle.
Siempre te atiende muy bien, y te complacen en todo, eso sí como hay mucha gente, a veces tardan un poco, pero nada que pueda desesperar. Al final puedes pedir un flan napolitano, o un bolis como postre.

Que haya muchos lugares de su tipo en Puebla, no quiere decir que todos sean buenos, por lo que no te como el antojito en cualquier lugar, tengo mis favoritos, y este es uno de ellos.
Aquí todo va bien remojadito en grasa, y te lo digo no para espantarte, sino para que te prevengas; eso si, todo bien rico y bien preparado, nada de que ya hicieron mil gorditas en el mismo aceite.
No es lugar de lujos extremos, más bien modesto, pero eso sí, bien limpio y todo en su lugar.
Sin duda un lugar buenísimo para disfrutar de unas gorditas, pelonas, molotes, flautas y todo eso de la gastronomía frita poblana.
El chesco paara «que no se te suba la grasa» como decía una de mis tías (jamás entendí que quería decir), no puede faltar y con todo y eso sales pagando no más de $ 60.

Cuando sé que después de la siguiente comida, va a pasar muco tiempo antes de volver a comer, vengo a las Gorditas del 21. Hay una gran variedad de comida poblana/​mexicana a un gran precio.
Lo que sea que pidas viene bien servido, es lugar ideal para los que tenemos buen diente. En verdad que se come muy rico, el establecimiento es humilde, limpio y nunca me ha caído mal la comida.
Las salsas son una bendición, hay gran variedad, pruébalas antes de echárrselas a tu gordita, taco, quesadilla o lo que hayas pedido porque hay unas bien bravas que son sólo para valientes.

Mi primera cruda me la curé en las gorditas 21 ¡no inventen qué buena medicina! ni el gatorade, ni el suero, ni harta agua, una mordida a la gordita de chicharrón con queso con salsa verde y regresas a sentir el piso.
Tengan muchísimo cuidado con las salsas, hay platillos que te los sirven con tres salsas distintas y ni sabes que te estás comiendo de lo enchilado. Por el sudor no se preocupen, hay hartos ventiladores en el lugar porque no hay nadie que se salve.

En la ciudad de Puebla la comida de la calles es de las cosas más ricas que hay, sin embargo no siempre se está de ánimo para andar en sillitas de plástico o para comer parados, en esas ocasiones se cuenta con una buena solución, las Gorditas de la 21. El lugar está repleto de delicias de la calle pero con servicio de restaurant, bueno más bien de fonda. Los meseros no se desviven por atenderte, así que el servicio sólo es cumplidor, pero el sabor de los alimentos es muy bueno y puedes tener por seguro que vas a quedar satisfecho. Mis favoritas son las jarochitas, que ahí las manejan como gorditas, son hechas de maíz, rellenas de frijol y al ser metidas en aceite se inflan para llegar a tu mesa ponchadas y listas para que les pongas salsa, crema y cebolla. Si llegas temprano, hay jugos atoles y champurrados.

Es un lugar común y corriente en donde las gorditas no son la maravilla pero si te puedes quitar el hambre en un solo instante al probar también las diferentes salsas que poseen. Es un sitio que es medianamente limpio y que siento te puede gustar sin problema alguno.
Asimismo, la atención es buena a secas y pues el precio me parece que es accesible. Flautas, molotes, sopes y quesadillas también podrás encontrar en este sitio ubicado sobre la 21 poniente, no lo encontrarás tan fácil, ojo con eso pero sé que algunos amigos que tengas de Puebla y alrededores ya han pasado por aquí.
Qué esperas, tomate un refresco y disfruta por la mañana o tarde. Si eres de la dieta light o algo por estilo a lo mejor no te aseguro que te guste tanto pero pues aquí el chiste es comer y llenar el estómago con algo de grasa y manteca por lo que se ve aquí. Te recomiendo pidas los molotes hechos en el momento, no de los que tienen todo el día remojándose en el aceite.

He traído aquí a mis amigos foráneos porque siempre se fascinan y porque yo no me canso de comer gorditas de la 21.
Para empezar, me gusta el servicio que sea tan rápido, luego el ambiente es muy cómodo y la gente va a comer y no sé porqué, siempre ves a la gente alegre. En segundo lugar la comida es muy sabrosa, en especial el concepto de las gorditas.
Me encanta, de hecho, la crema que le pones a las gorditas. Y tanto la salsa roja como la verde son especiales; tienen un sabor muy peculiar, muy de Las gorditas de la 21.

Aunque no es muy fácil llegar y no son muy visibles por fuera, las Gorditas de la 21 son ya una institución aquí entre los poblanos. Además de que el precio es muy muy muy accesible (Puedes hasta invitar a comer a alguien y te gastas como 100 — 120 pesos), las salsas son de lo mejor, yo baño las gorditas en todas las salsas.
También hay otros platillos como molotes y flautas, pero las gorditas es un platillo obligatorio. Las bebidas son como en cualquier lugar, así que no pidas mucho refresco para que puedas romper la dieta con este manjar típico de por acá.

Cuando se me antojan unos molotes o gorditas simple pienso en éste lugar.
desde hace ya algunos años mi familia y yo hemos sido asiduos visitantes de las gorditas de la 21 por varias razones; el precio, la atención y sobre todo la comida.
como el nombre lo dice; son gorditas estilo Veracruz (o por lo menos yo así las conozco), molotes, pelonas, flautas y todo ese tipo de fritangas con muchísimas grasa jajaja está por demás hablarles del sabor de los alimentos ya que ustedes quedarán encantados una vez que las prueben.
los precios como se imaginarán son súper accesibles y puedes cenar hasta con $ 50 con todo y refresco.
el local no será muy bonito, pero se ve que le han ido invirtiendo poco a poco y no está sucio ni descuidado, ademas las señoras que atienden son muy amables. aunque debes de ser paciente si es que hay mucha gente por que se les juntan los pedidos y pueden llegar a tardar un poquito.
Fer :)

Uno de mis puntos favoritos para comer molotes en la ciudad son sin duda las «Gorditas de la 21», aquí lo que venden son los poblanismos molotes de diversos guisados pero además de eso venden gorditas (infladitas) rellenas de frijoles, con salsa, crema y cebolla en la parte de arriba, son un manjar poblano, este negocio es de gran gusto para los poblanos, los precios son accesibles y si vas no dejes de probar las gorditas porque es como lo más fuerte del local, de ahí el nombre, aunque aun así para molotear es un muy buen punto para hacerlo.
No hay mucho donde estacionarse, pero queda muy cerca de un Comercial Mexicana, jaja, es una buena opción para pasar a comer después de hacer el super.
En caso de ser tu primera vez y para no perderme de ningún platillo, te recomiendo que pidas una infladita y un molote del guiso que más se te antoje.

Muy cerca de la comercial mexicana del centro, encuentras «Las Gorditas de la 21», un lugar limpio, muy visitado, pero sobre todo muy muy rico.
Con un promedio de treinta mesas, te ves obligado a probar una de sus famosas infladitas acompañadas de salsa (verde o roja), crema y cebolla. De beber te ofrecen café, jugo de naranja o refresco. Hay para todos gustos y antojos.
También puedes pedir molotes de tinga, de queso, de queso con pollo o cualquier combinación que puedas imaginar. También puedes comer las chanclas bañadas con caldillo de jitomate, chile huajillo y longaniza.
La gastronomía de México es muy rica y variada, así que visitar un lugar dentro de la república significa conocer su comida. «Las Gorditas de la 21» son un deleite que no te puedes perder porque a parte de que es un platillo bastante económico, sirven como una buena opción para la cruda del domingo.
Como tip, toma en cuenta que es difícil estacionarse por lo que te recomiendo dejar tu coche en el estacionamiento de la comer.

De las primeras cosas que me dijeron al llegar a Puebla fueron «debes probar las gorditas de la 21» yo en ese entonces no tenía ni idea de qué me estaba hablando. Dos años después soy yo el que les dice «DEBEN PROBAR LAS GORDITAS DE LA 21»
Aunque se encuentran un poco escondidas si no eres de la zona, la verdad es que valen totalmente la pena, desde las salsas o la crema con que las acompañan hasta los molotes de sesos son un verdadero agasajo. Los de tinga al principio me costaron un poco de trabajo pues es muy distinta la manera de preparar entre el D. F y acá pero terminó por volverme su fan.
La atención es excelente de principio a fin sin importar sea entre semana y solo haya un par de mesas o vayas a almorzar un sábado y esté lleno el lugar.
«DEBEN PROBAR LAS GORDITAS DE LA 21»