MidTown

Nueva York y los ochentas, dos de mis cosas favoritas reunidas en un lugar muy agradable, con una ambientación padrísima y con un servicio que te hace sentir como en casa.
Me comí una riquísima hamburguesa y la acompañé con una buena cerveza mientras mi señora le entraba a una ensalada que incluso a los más excépticos de salir a comer cosas verdes –como a un servidor– hacen que se les vayan los ojos.
Lo más divertido es que mientras estás con tus amigos, ves videos de los años ochentas y recuerdas con cada canción una buena anécdota o una historia que hace divertida la plática.
El restaurante puso mucho esmero en su decoración, y en verdad es un viaje a cualquier restaurancito neoyorkino del West Village en donde jóvenes como nosotros, de treinta y tantos, se van a echar la copita y comer algo a gusto cuando salen del trabajo.
Es ideal para una noche sin niños.

Buen ambiente, música ambiental de los 80’s y una rica y variada cocina contemporánea neoyorkina; ya que encuentras desde cortes, ensaladas, sopas hasta la clásica hamburguesa prepara con un toque especial.
Puedes acompañar tus alimentos con una buena cerveza o puedes elegir un buen vino de su carta; cuenta con Valet Parking, lo que ayuda a no perder tiempo en buscar lugar para estacionarte.