Una paletería que a diferencia de muchas se ve solitaria, sin embargo sus productos son muy ricos y refrescantes. Ya me había cansado de caminar, tenía hambre y calor, a lo lejos vi un parque así que muy apresurada camine para sentarme a descansar. Toda agotada no podía dar un paso más, así que comencé a analizar la zona y vi una paletería sin gente y me cruce la calle para ir a comprar. Aunque la chica que atendía no lo hizo de la mejor manera, pues estaba entrada viendo la tv y me atendió súper rápido para que me fuera lo más pronto posible, la paleta de sandía que pedí me encanto. Estaba súper fresca y hasta abajo tenía trocitos de sandia, además de que no le encontré ni un solo hueso, tenía un excelente tamaño y me costo solo $ 10 pesos por lo que se me hizo muy barata. En general vi que había mucho surtido y todo se vea digno de degustar.
Carlos Antonio M.
Rating des Ortes: 3 Puebla, México
En dos ocasiones he pasado por esta paletería y he quedado satisfecho por el buen sabor de las paletas, especialmente, la de limón, grosella, jamaica y coco. Es un sitio pequeño en donde regularmente tienen poca clientela pero la mayoría son chavitos que estudian la secundaria o preparatoria. En realidad, me encantó el sandwich con vainilla así como un rico helado de fresa, son nieves hechas de crema o de agua, la que gustes. La atención no es tan buena ya que hay jóvenes medio amargados pero bueno no te tienes que sentar a esperar el servicio ni mucho menos así que bueno los comprendo. Además la zona no les ayuda mucho ya que son casas privadas además de que la gente pues busca más comida que comer paletas o helados en su caso. Un establecimiento pasable, más no tan recomendable.