Panadería Hackl

Para todos los que nos encantan los postres y el pan dulce. Hackl puede convertirse en un lugar de visitas muy frecuentes. Todo es de preparado artesanal y de muy buen sabor, no sé cómo hacen toda la variedad de panes que ofrecen ahí, pero cada vez que compro o pruebo uno nuevo es riquísimo.
Para cuando armes cenas o la típica reunión o sesión para trabajar en casa con tus colegas, verás que no tiene falla llevar surtido de panes de Hackl, te aseguro que hasta te van a preguntar dónde los compraste.
Los precios son mas que accesibles y puedes probar algunas cosas para saber qué te quieres llevar, y la gente que atiende ahí sabe mucho y te recomienda muy bien según lo que estés buscando.

El pan de Hackl es una delicia. Está preparado artesanalmente y casi todos sus productos son estilo europeo. Les ha ido tan bien con sus panes deliciosos que ahora hay más de 5 sucursales en Puebla y alrededores. Y no me extraña nada, pues realmente es de lo mejor que he probado en Puebla. No es tan barato, y no me queda tan cerca de casa, hay como 2 ó 3 panaderías cerca de mi casa que me gustan bastante y que son más económicas.
Pero cuando voy a tener una cena en casa o algo especial, definitivamente hago el viaje especial a Hackl para comprar el mejor pan que hay en Puebla.
Mis favoritos: los roles de canela, las galletas de jengibre, y el pan de queso roquefort y nuez.

Hay panaderías normales y panaderías hermosas como Hackl. Y es que no sólo es el sabor y la variedad de panes lo que la hace atractiva, para mí es el buen gusto y el cuidado de todos lo detalles. Me gusta esta sucursal porque desde que llegas te reciben súper bien. Te ofrecen ayuda para seleccionar el pan perfecto para acompañar tu comida o cena, y hasta te platican de los talleres que ofrecen para que puedas aprender a hacer pan dulce y salado. Esta no es una panadería cualquiera, el pan es artesanal, rústico y diferente. Otro plus es que cuentan con cafetería y así puedes disfrutar de ricas bebidas (como café orgánico, capuchinos saborizados o té de varios sabores) para acompañar un pancito, croissant, sandwich o pastelito. Hay strudel, muffins y tartas artesanales. Claro que un buen pan es un pequeño lujo, toma en cuenta que sus productos son caros pero valen la pena.

Esta panadería me gustó demasiado. En principio mi reacción fue: «¿En serio, otra panadería en Puebla?», pero una vez que entré lo noté. Hackl tiene un aire distinto. Es similar a aquellas panaderías europeas donde el pan dulce luce fresco en los aparadores. Además de que está hecho ahí, el pan de Hackl es variado y sabroso. No solo tienen pan. También cuentan con diferentes variadades y estilos de galletas. La que compré de «mantequilla de maní» (o crema de cacahuate si no quieres sonar tan dominguero) costó solo 13 pesos y tiene un sabor muy suave, dentro de una galleta que se deshace conforme la muerdes.
Sin duda la panadería de este lugar es algo especial. Siendo relativamente nuevo en la ciudad, yo pensé que esta era la única sucursal pero también hay en La Paz, La Vista y Zavaleta (todas ellas zonas exclusivas de la ciudad).
Debes de ir. Sin duda es algo delicioso, que ¿para qué platicarte?, mejor experiméntalo.

Llegas, pruebas diferentes tipos de pan que fabrican y entonces puedes elegir el que más te guste y además te sugieren otras variedades que en ese momento no están en la canasta de degustaciones.
Con ese detalle me ganaron, porque llegar y probar diferentes tipos de pan te hace sentir que ellos están seguros de lo que venden y de la calidad de los productos, y no se equivocan.
Puedes llevarte el pan a tu casa o de plano sentarte cómodamente a tomar una bebida que deliciosamente combine con el pan.
El local es muy bonito, con decoración muy padre y sobre todo cómodo. Los empleados son muy amables y siempre dispuestos a asesorarte en las dudas que tengas.

Me encanta Hackl porque no hay panaderías como esta en Puebla, y si hay algo parecido por favor pásenme el dato.
Me gusta esta sucursal porque en la entrada ponen una canastita con pruebas de los panes para que puedas probarlos, entonces te das una idea y puedes entrar y comprarlo.
De esta panadería me encanta el chocolatín francés y el muffin de chocolate (que sabe a chocolate amargo y está delicioso). Creo que me gusta mucho el chocolate, pero en general el pan dulce está súper rico y seguro hay algo que te va a gustar. Otra opción es el pan salado, mi favorito es la baguette, pero eso sí, es diferente a lo que estás acostumbrado porque está un poquito más crujiente.
¡De la vista nace el amor, así que pide el que más te guste! Aquí los chavos lo escogen por tí, así que se vale señalarles cual es el que te quieres llevar.