Sastería Vélez

Este pequeño lugar es una de las pocas sastrerías «de vieja escuela» que quedan. La gente que trabaja ahí lleva muchos años dedicándose a este negocio y lo demuestran con su el producto de su trabajo. Realizan modificaciones en textiles utilizados para trajes formales y no solo realizan cortes de tela, sino también costuras y reparaciones.
Historia personal: Nunca he sido de usar traje pero durante una época el año pasado tuve que usarlo por el trabajo. Al tener solo dos trajes, en especial uno de ellos terminó destrozado, sucio y descosido. Ocho meses después, dicho traje sigue arrumbado en la cajuela de mi coche, pero el haber visitado este lugar me trajo ese pequeño rayito de esperanza y la respuesta a mi pregunta: ¿Ahora a dónde !”·$%&/​()= voy a llevar a arreglar mi traje? Estar ahí, rodeado de telas (no se cómo llamarles, ¿formales?) por montón me hizo volver al pasado.
El costo del servicio depende del daño de la tela que se desea reparar, o bien, del traje que se desea armar. Arreglaré ahí mi traje, y quizás, si se me pega la gana, me mandaré hacer un traje a mi medida (para poder subir mis kilos a gusto y no lamentar haber pagado las fortunas que uno paga por un traje en una boutique especializada). ¡Viva la vieja escuela!