Después de vagar de spa en spa, de salón en salón y de experimentar una ceja gorda, una muy flaca, una mochada y de todo un poco, encontré Spazzola que es el único lugar que visito para diseñar mi ceja. Definitivamente esta parte del cuerpo, enmarca nuestro rostro, nuestra mirada y nos da luz, o por el contrario, nos hace lucir mal, apagadas y tener un mal aspecto. La primera vez que visité este establecimiento temía mucho del resultado porque ya había tenido malas experiencias en otros lugares, sin embargo, me tuvieron mucha paciencia y me llevaron poco a poco hasta quedar completamente satisfecha. El costo es realmente bajo y la atención es espectacular. Te ofrecen de tomar agua o café, te dan revistas para que no te aburras si debes esperar y hay una televisión. De igual forma, cuenta estacionamiento privado, pues se encuentra dentro de plaza San José, así que no te preocupes por esta parte. Si llegas a visitarlos, pregunta por Mari… diseña muy bonito la ceja.