Enclavada en la parte histórica de Puebla esta es, probablemente, una de las taquerías más antiguas de la ciudad. Si no me equivoco, fue fundada en los años 60 por José Maccise, quien abrió este pequeño local con la idea de importar a México los sabores tradicionales de la cocina árabe. Desde que tengo memoria he ido a esta taquería, que lo grande lo tiene en el sabor, más que en el propio espacio, el cual está un poco descuidado ya que el mobiliario(las mesas y las sillas), probablemente no se han renovado nunca, además de que tiene las famosas luces de color néón, que le dan un ambiente retro, y que proyectan un tono azulado al lugar. Las luces néón se utilizaron probablemente en los años 80 y principios de los noventa pero ya están en desuso. Ahora las luces que proyectan tonos amarillos están más de moda. Todo esto no quita que los tacos de falefel o el jocoque sean unas de las especialidades más suculentas del lugar, el cual es atendido por el propio Maccise y quién generalmente se acerca a saludar personalmente a los comensales. Eso sí: siempre te cobrará los tacos aunque seas su mejor amigo… políticas de la casa seguramente.